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RELIGION EN EL QUIJOTE

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Archivos mensuales: enero 2016

CAPITULO XXXVIII. Donde se da cuenta la que dió de su mala andanza la Dueña Dolorida.

26 Martes Ene 2016

Posted by quijotediscipulo in 39.-Cap.38. Donde se da cuenta de la mala amdanza de la Dueña Dolorida., CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.

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CAPITULO XXXVIII. Donde se da cuenta la que dió de su mala andanza la Dueña Dolorida.

1.-NUMERO 139.

2.-LOCALIZACIÓN: Cap. 38.Parte II, pág 36-37.T.IV

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

 3.-TEXTO.

 «Detras de los tristes músicos comenzaron á entrar por el jardín adelante hasta cantidad de doce dueñas repartidas en dos hileras, todas vestidas de unos mongiles anchos, al parecer de anascote batanado, con unas tocas blancas de delgado canequí , tan luengas, que solo el ribete del mongil descubrían.

Tras ellas venía la condesa Trifaldi, á quien traia de la mano el escudero Trifaldín de la Blanca Barba…Venían las doce dueñas y la Señora á paso de procesión …Sosegados todos y puestos en silencio, estaban esperando quien le había de romper, y fuè la dueña Dolorida, con estas palabras:…antes que salga á la plaza de vuestros oidos, por no decir orejas , quisiera que me hicieran sabidora si está en este gremio, corro y compañía el acendradísimo caballero Don Quixote de la Manchísima y su escuderísimo Panza…

El Panza, antes que otro respondiese, dixo Sancho, aquí está y el Don Quixotísimo asimismo y, así, podréis, dolorosísima dueñísima, decir lo que quisieridísimis , que todos estamos prontos y aparejadísimos á ser vuestros servidorísimos.

Y dexando á Don Quixote, se volvió á Sancho Panza y, asiéndole de las manos, le dixo: Conjúrote, por lo que debes á tu bondad fidelísima, me seas buen intercesor con tu dueño, para que luego favorezca a esta humilísima y desdichadísima Condesa.

Á lo que respondió Sancho: de que sea mi bondad, señora mía, tan larga y grande como la barba de vuestro escudero, á mí me hace muy poco al caso: barbada y con bigotes tenga yo mi alma cuando desta vida vaya , que es lo que importa, que de las barbas de acá poco ó nada me curo , pero sin esas socaliñas ni plegarias yo rogaré á mi amo, (que sé que me quiere bien, y mas agora que me ha menester para cierto negocio) que favorezca y ayude á vuesa merced en todo lo que pudiere: Vuesa merced desembaule su cuita , y cuéntenosla, y dexe hacer, que todos nos entenderémos.

Reventaban de risa con estas cosas los Duques, ,.. y alababan entre sí la agudeza y disimulación de la Trifaldi, la qual, volviéndose á sentar dixo: del famoso Reino de Candaya, …, fué señora la reina doña Maguncia, viuda del rey Archipiela, su señor y marido, de cuyo matrimonio tuvieron y procrearon a la infanta Antonomasia, heredera del reino …

Sucedió, pues, que yendo días y viniendo días, la niña Antonomasia llegó á edad de catorce años, con tan gran perfeción de hermosura, que no la pudo subir mas de punto la naturaleza…

De esta hermosura, y no como se debe encarecida de mi torpe lengua, se enamoró un número infinito de Príncipes así naturales como extranjeros, entre los quales osó levantar los pensamientos al cielo de tanta belleza, un caballero particular que en la Corte estaba,..

Mi ignorancia y mi poco advertimiento abrieron el camino, y desembarazáron la senda á los pasos de Don Clavijo, que este es el nombre del referido caballero: y así siendo yo medianera, él se halló una y muy muchas veces en la estancia de la por mí, y no por él engañada Antonomasia, debaxo de titulo de verdadero esposo, que aunque pecadora, no consintiera que sin ser su marido la llegara á la vira de la suela de sus zapatillas.

No,no,eso no, el matrimonio ha de ir delante en qualquier negocio destos que por mí se tratare….Algunos dias estuvo encubierta y solapada en la sagacidad de mi recato esta maraña, hasta que me pareció, que la iba descubriendo á mas andar no se que inchazon del vientre de Antonomasia, cuyo temor nos hizo entrar en bureo á los tres, y salió dél, que antes que se saliese á luz el mal recado, Don Clavijo pidiese ante el Vicario por su muger á Antonomasia, en fe de una cédula, que de ser su esposa la Infanta le habia hecho…

Hiciéronse las diligencias, vió el Vicario la cédula, tomó el tal Vicario la confesión á la Señora: confesó de plano, mandola depositar en casa de un alguacil de corte muy honrado.

Á esta sazon dixo Sancho: ¿tambien en Candaya hay alguaciles de corte, poetas y seguidillas? por lo que puedo jurar que imagino, que todo el mundo es uno. Pero dése vuesa merced priesa, señora Trifaldi, que es tarde, y ya me muero por saber el fin desta tan larga historia.Sí haré,respondió la Condesa.»

4.-COMENTARIO.

La historia de la dueña dolorida parece una versión burlesca del tema que el mismo Cervantes trata en su obra El celoso extremeño, y que termina con estas palabras:»Y yo quedé con el deseo de llegar al fin deste suceso: ejemplo y espejo de lo poco que hay que fiar de llaves, tornos y paredes cuando queda la voluntad libre; y de lo menos que hay que confiar de verdes y pocos años, si les andan al oído exhortaciones destas dueñas de monjil negro y tendido, y tocas blancas y luengas. Sólo no sé qué fue la causa que Leonora no puso más ahínco en desculparse, y dar a entender a su celoso marido cuán limpia y sin ofensa había quedado en aquel suceso; pero la turbación le ató la lengua, y la priesa que se dio a morir su marido no dio lugar a su disculpa»

El cortejo de dueñas enlutadas que venian « a paso de procesión,» nos transportan a la creencia popular muy extendida en Galicia y también en Castilla, aunque menos, de la llamada Santa Campaña por la que se admitía que los difuntos pueden aparecerse con las brumas de la noche en demanda de sufragios.

Esta tradición, que procede de Alemania, se extendió también por España, Gonzalo de Berceo atestigua tal creencia y a partir del siglo XVII son numerosas las narraciones que aluden a las apariciones de difuntos que vienen en procesión en demanda de sufragios.

Valle-Inclán,recrea el encuentro del caballero don Juan Manuel de Montenegro con las voces de la Hueste,que le recrimina su conducta y le avisa de su muerte: “Retiembla un gran trueno en el aire,y el potro se encabrita,con amenaza de desarzonar al jinete.Entre los maizales brillan las luces de la Santa Compaña.El caballero siente erizarse los cabellos de su frente,y disipados los vapores del rostro.Se oyen gemidos de agonía y herrumbroso son las cadenas que arrastran en la noche oscura las ánimas en pena,que vienen al mundo para cumplir penitencia”.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) se inspiró en estas tradiciones en su famosa leyenda El monte de las ánimas; tradiciones que recojen no pocos autores como Pardo Bazán,Unamuno,Fernández Flórez ,V. Risco…

Las palabras de Sancho «…barbada y con bigotes tenga yo mi alma cuando desta vida vaya , que es lo que importa, que de las barbas de acá poco ó nada me curo…» Hacen referencia a un cuento, de Lucas Hidalgo, que pone en boca de tres dialogantes diciendo: « Castañeda. Par dios, Margarita, si poca barba dice poca vergüenza, no sé yo con qué vengüenza podeis hablar las mujeres. Doña Margarita. No consite la barba en el pelo de afuera, sino en el miramiento y pudor del ánimo. D. Diego. Esperad señora que vais muy devota con vuestras barbas de miramiento. Habeis de saber que un mancebo encogido y mortificado en su condición y palabras, tenia mas de veintiocho años de edad y no descubria casi señal de barba, diciéndole que un hombre como él ya debia tener un bigotazo que le diera vuelta por las orejas respondió muy devoto:Bigotes tengamos en el alma, que esotros no importan.»( Cf. Díalogo de Apacible entretenimiento, de Lucas Hidalgo. Discurso tercero. Cap. III), de ahí la moraleja que no deja de poner de manifiesto la preocupación que los personajes del tiempo tenian por el tema de la salvación.

Ya conocemos todo lo referente a la validez de los matrimonios por palabra, o a los esponsales antes del decreto tridentino.( Cf. Nº 37) En el texto se nos especifica el trámite a seguir en estos casos:» Don Clavijo pidiese ante el Vicario por su muger á Antonomasia, en fe de una cédula, que de ser su esposa la Infanta le habia hecho…»

El alguacil de corte era el funcionario que se encargaba de hacer cumplir las órdenes de los alcaldes de corte y de prender y conducir a los delincuentes.

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CAPITULO XXXVII. Donde se prosigue la famosa aventura de la Dueña Dolorida.

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Posted by quijotediscipulo in 38.-Cap. 37.-Sancho opina sobre las Dueñas, CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.

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La vida en las Cortes reales en tiempo de Cervantes. Los tres estados en el siglo XVII en Europa. Las monarquias absolutas. El Papel de la Iglesia en la Europa y España en el siglo XVII. El que tiene

CAPITULO XXXVII. Donde se prosigue la famosa aventura de la Dueña Dolorida.

 1.-NÚMERO 138.

2.-Localización. Cap.37.Parte II.

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

3.-TEXTO.

        « En extremo se holgáron el Duque y la Duquesa de ver quan bien iba respondiendo Don Quixote, y á esta sazon dixo Sancho: no querría yo que esta señora dueña pusiese algun tropiezo á la promesa de mi Gobierno, porque yo he oido decir á un boticario toledado, que hablaba como un silguero, que donde interviniesen dueñas, no podía suceder cosa buena.

¡ Válame Dios , y que mal estaba con ellas el tal boticario! De lo que yo saco, que pues todas las dueñas son enfadosas, é impertinentes, de qualquiera calidad y condicion que sean ¿que serán las que son doloridas, como han dicho que es esta Condesa tres faldas, ó tres colas? que en mi tierra faldas y colas, colas y faldas, todo es uno .

Calla, Sancho amigo, dixo Don Quixote, que pues esta señora dueña de tan lueñes tierras viene á buscarme, no debe ser de aquellas que el boticario tenia en su número, quanto mas que esta es Condesa, y quando las Condesas sirven de dueñas, será sirviendo á Reinas y á Emperatrices, que en sus casas son señorísimas que se sirven de otras dueñas.

Á esto respondió Doña Rodríguez, que se halló presente: dueñas tiene mi señora la Duquesa en su servicio que pudieran ser Condesas si la fortuna quisiera, pero allá van leyes do quieren Reyes , y nadie diga mal de las dueñas, y mas de las antiguas y doncellas , que aunque yo no lo soy, bien se me alcanza y se me trasluce la ventaja que hace una dueña doncella á una dueña viuda; y quien á nosotras trasquiló, las tijeras le quedaron en la mano.

Con todo eso, replicó Sancho, hay tanto que trasquilar en las dueñas, segun mi barbero , quanto será mejor no menear el arroz, aunque se pegue.

Siempre los escuderos, respondió Doña Rodriguez son enemigos nuestros, que como son duendes de las antesalas, y nos ven á cada paso, los ratos que no rezan ( que son muchos) los gastan en murmurar de nosotras, desenterrándonos los huesos, y enterrándonos la fama: Pues mándoles yo á los leños movibles, que mal que les pese hemos de vivir en el mundo, y en las casas principales, aunque nos muramos de hambre y cubramos con un negro mongil nuestras delicadas, ó no delicadas carnes, como quien cubre, ó tapa un muladar con un tapiz en día de procesión…

Y aquí con este breve capítulo dió fin el autor, y comenzó el otro, siguiendo la mesma aventura, que es una de las mas notables de la historia.»

 4.-COMENTARIO.

El capítulo, de los mas breves, es de mera transición para el siguiente. Deja entrever el ambiente del mundillo de las casas de los grandes señores, y aún el más variado y numeroso de la corte, integrado por damas, servidores, bufones, dueñas… donde se cocían aventuras, dimes y diretes, de todo tipo.

La mala fama que Sancho da a las dueñas puede ser alusión a la lujuria que en la época solía atribuirseles: »y quien á nosotras trasquiló, las tijeras le quedaron en la mano «:Quien a nosotras nos quitó la virginidad, podrá quitársela a otras.»

Por este camino podría ir también la afirmación de la dueña Rodriguez de que: «bien se me alcanza y se me trasluce la ventaja que hace una dueña doncella á una dueña viuda», aunque tal realidad era más bien propia del papel que a estas se les daban en los escritos literarios, pues en verdad , en muchos casos, eran las verdaderas intermediarias entre los señores y los demás.

El «pero allá van leyes do quieren reyes», es la constatación de un hecho social extensible a todos los aspectos de la vida, que pone de manifiesto que la consideración, el alcanzar puestos de grandeza, poder o prestigio, el triunfo etc. depende más que de los méritos de los individuos de las circunstancias más variadas, entre las cuales no era la menor cualquier tipo de nepotismo, o expresión del dicho « quien tiene padrino se bautiza.»

El capítulo, de los más breves de la obra, es de transición para el siguiente»Y aquí con este breve capítulo dió fin el autor, y comenzó el otro, siguiendo la mesma aventura, que es una de las mas notables de la historia.»

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CAPÍTULO XXXVI. Donde se cuenta la extraña y jamas imaginada aventura de la Dueña Dolorida, alias de la Condesa Trifaldi, con una carta que Sancho Panza escribió a su muger Teresa Panza.

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Posted by quijotediscipulo in 37.-Cap. 36. La jamás imaginada aventura de la Dueña Dolorida., CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.

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en esta segunda parte la presencia de los Duques adquiere una gran importancia pues son elllos los verdaderos promotores de las aventuras., Sancho Panza en la segunda parte del Quijote tiene un mayor protagonista que en la primeraparte. Es mas consciente. Más educado. Terminará po ser rogado por D. Quijote para que se de los golpes nece

CAPÍTULO XXXVI. Donde se cuenta la extraña y jamas imaginada aventura de la Dueña Dolorida, alias de la Condesa Trifaldi, con una carta que Sancho Panza escribió a su muger Teresa Panza.

 1.-NÚMERO 136.

2.-LOCALIZACION. Cap. 36. Parte II.Pág. 22.T.IV

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

 

3.-TEXTO.

 »Tenía un mayordomo el Duque de muy burlesco y desenfadado ingenio, el qual hizo la figura de Merlín y acomodó todo el aparato de la aventura pasada, compuso los versos, y hizo que un page hiciese á Dulcinea. Finalmente, con intervención de sus Señores, ordenó otra del mas gracioso y extraño artificio que puede imaginarse.

Preguntó la Duquesa á Sancho otro dia si habia comenzado la tarea de la penitencia que había de hacer por el desencanto de Dulcinea.

Dixo que sí, y que aquella noche se había dado cinco azotes: preguntóle la Duquesa que con que se los había dado. Respondió que con la mano.  

                

El sabio Merlín no estará contento con tanta blandura.

Eso, replicó la Duquesa, mas es darse de palmadas que de azotes: yo tengo para mí que el sabio Merlín no estará contento con tanta blandura, menester será que el buen Sancho haga alguna diciplina de abrojos, ó de las de canelones , que se dexen sentir, porque la letra con sangre entra, y no se ha de dar tan barata la libertad de una tan gran Señora, como lo es Dulcinea, por tan poco precio.

CILICIO DE PIERNA.

Á lo que respondió Sancho: Déme vuestra señoría alguna diciplina ó ramal conveniente, que yo me daré con él, como no me duela demasiado…

Sea en buena hora, respondió la Duquesa, yo os daré mañana una diciplina que os venga muy al justo...Á lo que dixo Sancho: sepa Vuestra Alteza, señora mía de mi ánima , que yo tengo escrita una carta á mi mujer Teresa Panza… querria que vuestra discreción la leyese, porque me parece que va conforme á lo de Gobernador, digo al modo que deben de escribir los Gobernadores.

Veámosla,dixo la Duquesa, que á buen seguro, que vos mostreis en ella la calidad y suficiencia de vuestro ingenio. Sacó Sancho una carta abierta del seno, y tomándola la Duquesa, vió que decía desta manera:

…No ha sido Dios servido de depararme otra maleta con otros cien escudos, como la de márras; pero no te dé pena, Teresa mía, que en salvo está el que repica, y todo saldrá en la colada del Gobierno, sino que me ha dado gran pena, que me dicen , que si una vez le pruebo, que me tengo que comer las manos tras él, y si así fuese , no me costaría muy barato, aunque los estropeados y mancos ya se tienen su Calongía en la limosna que piden: así que por una vía, ó por otra tú has de ser rica, y de buena ventura. Dios te la dé como puede, y á mí me guarde para servirte.Deste castillo á 20 de Julio de 1614.

Tu marido el Gobernador. Sancho Panza.

En acabando la Duquesa de leer la carta, dixo á Sancho: en dos cosas anda un poco descaminado el buen gobernador: la una, en decir ó dar á entender que este gobierno se le han dado por los azotes que se ha de dar, sabiendo él, que no lo puede negar, que quando el Duque mi señor se le prometió, no se soñaba haber azotes en el mundo: la otra es, que se muestra en ella muy codicioso, y no querría que orégano fuese , porque la codicia rompe el saco, y el gobernador codicioso hace la justicia desgobernada.

« Mostró la Duquesa la carta de Sancho al Duque, de que recibió grandísimo contento. Comiéron, y despues de alzados los manteles , y despues de haberse entretenido un buen espacio con la sabrosa conversacion de Sancho,

á deshora se oyó el son tristísimo de un pífaro y el de un ronco y destemplado tambor.

Todos mostraron alborotarse con la confusa, marcial y triste armonia, especialmente Don Quixote, que no cabia en su asiento, de puro alborotado:…Y estando todos así suspensos, viéron entrar por el jardín adelante dos hombres vestidos de luto,…Á su lado venía el pífaro negro y pizmiento como los demas…Seguia á los tres un personaje de cuerpo agigantado, amantado, no que vestido con una negrísima loba, cuya falda era asimismo desaforada de grande…

Llegó, pues,…á hincarse de rodillas ante el Duque…pero el Duque en ninguna manera le consintió hablar hasta que se levantase. Hízolo así el espantajo prodigioso, y puesto en pie, alzó el antifaz del rostro, y hizo patente la mas horrenda, la mas larga, la mas blanca, y mas poblada barba que hasta entónces humanos ojos habían visto, y luego desencaxó, y arrancó del ancho y dilatado pecho una voz grave y sonora, y poniendo los ojos en el Duque, dixo:

Altísimo y Poderoso Señor, á mí me llaman »; soy escudero de la Condesa Trifaldi, por otro nombre llamada La dueña Dolorida, de parte de la qual traigo á vuestra grandeza una embaxada, y es, que la vuestra magnificencia sea servida de darla facultad y licencia para entrar á decirle su cuita, que es una de las mas nuevas, y mas admirables que el mas cuitado pensamiento del orbe pueda haber pensado: y primero quiere saber si está en este vuestro castillo el valeroso, y jamas vencido caballero Don Quixote de la Mancha, en cuya busca viene, á pie, y sin desayunarse desde el reino de Candaya, hasta este vuestro Estado, cosa que se puede y debe tener á milagro ó á fuerza de encantamento.

Ella queda á la puerta desta fortaleza, ó casa de campo, y no aguarda para entrar sino vuestro beneplácito.

Bien podéis, estupendo escudero , decirle que entre y que aquí está el valiente caballero Don Quixote de la Mancha, de cuya condicion generosa puede prometerse con seguridad todo amparo y toda ayuda;…

Y volviéndose el Duque á Don Quixote, le dixo: En fin, famoso caballero, no pueden las tinieblas de la malicia ni de la ignorancia encubrir, y escurecer la luz del valor y de la virtud…

DON QUIJOTE RECORDANDO.

Quisiera yo,señor Duque, respondió Don Quixote, que estuviera aquí presente aquel bendito Religioso, que á la mesa el otro día mostró tener tan mal talante, y tan mala ojeriza contra los caballeros andantes, para que viera con vista de ojos, si tales caballeros son necesarios en el mundo: tocara por lo ménos con la mano, que los extraordinariamente afligidos y desconsolados, en casos grandes, y en desdichas enormes no van á buscar su remedio á las casas de los letrados, ni á la de los sacristanes de aldeas, ni al caballero que nunca ha acertado á salir de los términos de su Lugar, ni al perezoso cortesano, que antes busca nuevas para referirlas y contarlas, que procura hacer obras y hazañas, para que otros las cuenten y escriban.

El remedio de las cuitas, el socorro de las necesidades, el amparo de las doncellas, el consuelo de las viudas, ninguna suerte de personas se halla mejor, que en los caballeros andantes, y de serlo yo doy infinitas gracias al Cielo, y doy por muy bien empleado qualquier desman y trabajo que en este tan honroso exercicio pueda sucederme. Venga esa dueña, y pida lo que quisiere, que yo le libraré su remedio en la fuerza de mi brazo, y en la intrépida resolucion de mi animoso espíritu.»

4.-COMENTARIO.

         El diálogo que la duquesa mantiene con Sancho sobre el tema de la penitencia para el desencanto de Dulcinea, transpira matices religiosos referidos a las distintos tipos de cilicios y disciplinas que por motivos religiosos se daban en la época: las de los religiosos y religiosas, las de las personas devotas por cuaresma, las de los disciplinates de sangre etc.»azotes de varios ramales’ que podían acabar en bolitas de metal (abrojos), o retorcidos y trenzados con firmeza(canelones):»que se dexen sentir, porque la letra con sangre entra ,»como si dijera que nada se consigue sin sufrimiento.

El refrán, aplicado a los niños, es utilizado burlonamente por la duquesa. Al refrán le seguía en otra edición la frase:»y advierta Sancho que las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente no tienen mérito ni valen nada»,»La frase anterior referida a las obras de caridad fue suprimida ya en la edición de Valencia de 1616; y posteriormente en otras varias ediciones. El motivo de la supresión es que la afirmación referida, era contraria a una conclusión teológica, que asegura que las obras tibias son también merecedoras de premio y por consiguiente aumentan la gracia santificante.

Del texto de la carta, en la que Sancho cuenta a su mujer las aventuras corridas desde su salida transcribimos sólo la parte en la que aparecen alusiones religiosas, cinco, que quedan su- brayadas de las que dos ya nos son conocidas y comentadas.

A SALVO ESTÁ EL QUE REPICA.

Vemos las otras tres: « que en salvo está el que repica» es una alusión al toque de las campanas en circunstancias en las que hay un mal: fuego, inundación, «es el toque a arrebato» se entiende asi perfectamente el dicho de Sancho.« que me tengo que comer las manos tras él» Tiene que dejarse en él la vida si quiere ser buen gobernante.«aunque los estropeados y mancos ya se tienen su Calongía» Hace mención a los canónigos de las catedrales dotados de pingües rentas para vivir, la palabra correcta es su canongia.

La renta de los pobres era muchas veces pedir limosna con la que llegaban algunos a hacerse con un «buen patrimonio» ( Cf. Guzmán de Alfarache I.III, 3, pp. 388-9 )

En la sociedad tan variopinta como era la del siglo XVI español no faltaban,los mendigos, ni los bajos fondos, los pícaros,y los rufianes, entre los cuales un denominador común era la pobreza, Sevilla, por su situación de cara a las Américas, representaba el mejor ejemplo de tal variedad.

En la ciudad había zonas que estaban dominadas enteramente por el hampa, por ejemplo Santa María la Blanca, el Arenal (junto al puerto) y el campo de Tablada.No habia en España ninguna ciudad tan apta para estancia y vida de pícaros y pobres. Decía Cervantes que Sevilla era «amparo de pobres y refugio de desechados, que en su grandeza no sólo caben los pequeños, pero no se echa de ver los grandes».

UN PÍCARO DEL SIGLO XVII.

Entre estos grupos sobresalían los pícaros que alternaban el robo con el trabajo eventual, como medio de vida. Ciertos desocupados se dedicaban a vender mercancias fraudulentamente, se especializaban en revender con rapidez los objetos robados, y otros compraban productos, como vinagre, aceite, vino, azúcar, miel y cera, que posteriormente adulteraban, mezclándola con otros productos y de esta forma lograban una mayor cantidad..

Eran los pícaros «una especie de gentes que ni parecen cristianos, ni moros, ni gentiles», en palabras del protagonista de «La vida del escudero Marcos de Obregón». Formaban toda una organización en la que cada cual cumplía su papel , con su propia jerarquía y con cierto control sobre cada uno de sus miembros. El ejemplo más conocido es el que nos presenta Cervantes en su «Rinconete y Cortadillo».

Había pícaros «de cocina» (pinches auxiliares de cocinero), «de costa» (merodeadores de playas y puertos») y «de jabega» (timadores de incautos).Lo usual es que el pícaro robara lo justo para comer, sin que como el rufián utilizase medios violentos para obtener sus fines. Para principios del siglo XVII se cuentan en España más de 150.000 vagabundos.

El gremio tenía su propia jerga, el lenguaje que era otra de las características que los definia. Una jerga en gran parte tomada del lenguaje religioso: asi la taberna era la ermita, el banco de tortura el confesionario, ser ahorcado era casarse con la viuda, al dinero se le llamaba la sangre, a la bolsa de monedas la pelota y a Sevilla la denominaban Babilonia.

LA CODICIA ROMPE EL SACO.

La Duquesa anticipa con su juicio del contenido de la carta, alguno de los consejos que Don Quijote dará a Sancho para el buen gobierno de la ínsula.:» porque la codicia rompe el saco, y el gobernador codicioso hace la justicia desgobernada.

El texto recoge la respuesta a la nueva broma, cargada de comicidad y que los Duques han preparado a Don Quijote.

Comienza la broma con la entrada del escudero Trifaldín que viene a darles cuenta de la desgracia de la Condesa Trifaldi, «a quien los encantadores llaman la Dueña Dolorida» la cual viene buscando amparo en Don Quijote; queda a la puerta del castillo a la espera de la respuesta de Don Quijote. El texto da esta positiva respuesta, no faltando en ella alusiones religiosas y morales .

Despues de recordar el mal talante del «bendito religioso» expresa su deseo de que éste estuviera presente para que «viera y tocara»; tal deseo recuerda el texto de san Juan en el que aparece la incredulidad de Tomás, dispuesto a no creer en la resurrección si « no ve y toca con su mano» las llagas del Crucificado. ( Cf. Juan 20,23 ).

En la frase: «no van á buscar su remedio á las casas de los letrados, ni á la de los sacristanes de aldeas, ni al caballero que nunca ha acertado á salir de los términos de su Lugar, ni al perezoso cortesano, que antes busca nuevas para referirlas y contarlas, que pro- cura hacer obras y hazañas, para que otros las cuenten y escriban..» hay implicita una crítica a distintas clases sociales, entre ellas a individuos de la Iglesia significados en los letrados y sacristanes, a los cortesanos, dedicados más a hablar y contar las necesidades existentes en su mundo, que a remediarlas.

HUERFANOS Y VIUDAS.

Don Quijote termina reafirmando la necesidad de la caballería andante, de la que hace, una vez más, una descripción de sus fines que más se parece a la de una persona que no vive para sí misma, sino para servicio de los demás; algunos de estos fines tienen un eco bíblico, como el socorro de las viudas y huerfanos y la ayuda a los desvalidos: «Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados, saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra seca. ( Salmo 68,5-6.), la dedicación a esa profesión procede de una elección y designio de Dios.

En el siguiente capítulo sigue el desenlace de la aventura de la Dueña Dolorida.»

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CAPITULO XXXV. Donde se prosigue la noticia que tuvo Don Quixote del desencanto de Dulcinea, con otros admirables sucesos.

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Posted by quijotediscipulo in 36.-Cap. 35. Sancho el responsable del desencanto de Dulcinea.

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La Duquesa. El Duque . Sancho. Don Quijote, La esperanza. El modo de desencantar a Dulcinea. El porqué Cervantes hace que Sancho pague para desencantar a Dulcinea. El Maago Merlín.

CAPITULO XXXV. Donde se prosigue la noticia que tuvo Don Quixote del desencanto de Dulcinea, con otros admirables sucesos.

 1.-NÚMERO 135.

2.-LOCALIZACIÓN. Cap.35, Parte II.Pág.10,11 T.IV.

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

 3.-TEXTO.

 » Al compas de la agradable música, vieron que hacia ellos venía un carro de los que llaman triunfales, tirado de seis mulas pardas, encubiertas empero de lienzo blanco, y sobre cada una venía un disciplinante de luz, asimesmo vestido de blanco, con una hacha de cera grande encendida en la mano.

Era el carro dos veces, y aun mayor que los pasados, y los lados y encima dél, ocupaban otros doce discipliantes albos como la nieve, todos con sus hachas encendidas, vista que admiraba, y espantaba, juntamente, y en un levantado trono, venía sentada una Ninfa vestida de mil velos de tela de plata, brillando por todos ellos infinitas hojas de argentería de oro, que la hacian, si no rica, aloménos, vistosamente vestida: traia el rostro cubierto con un trasparente y delicado cendal, de modo de doncella...junto á ella venia una figura vestida de una ropa de las que llaman llaman rozagantes, hasta los pies, cubierta la cabeza con un velo negro; pero al punto que llegó el carro á estar frente á frente de los Duques y de Don Quixote… levantándose en pie la figura de la ropa..y quitándose el velo del rostro, descubrió patentemente ser la figura de la muerte, descarnada y fea, de que Don Quixote recibió pesadumbre y Sancho miedo, y los Duques hiciéron algun sentimiento temeroso.

Alzada y puesta en pie esta muerte viva,con voz algo dormida, y con lengua no muy despierta, comenzó a decir desta manera:

YO SOY MERLIN, AQUEL QUE LAS HISTORIAS/ DICEN QUE TUVE POR MI PADRE AL DIABLO,/(MENTIRA AUTORIZADA DE LOS TIEMPOS)/PRINCIPE DE LA MÁGICA, Y MONARCA/…

A TI DIGO, Ó VARON, COMO SE DEBE./POR JAMAS ALABADO, Á TI VALIENTE/ JUNTAMENTE,Y DISCRETO DON QUIXOTE,/DE LA MANCHA ESPLENDOR, DE ESPAÑA ESTRELLA,/QUE PARA RECOBRAR SU ESTADO PRIMO/ LA SIN PAR DULCINEA DEL TOBOSO,/ ES MENESTER QUE SANCHO TU ESCUDERO/SE DÉ TRES MIL AZOTES Y TRESCIENTOS/ EN AMBAS SUS VALIENTES POSADERAS,// AL AIRE DESCUBIERTAS, Y DE MODO/ QUE LE ESCUEZAN, LE AMARGUEN Y LE ENFADEN./

Y EN ESTO SE RESUELVEN TODOS QUANTOS/ DE SU DESGRACIA HAN SIDO LOS AUTORES./ Y Á ESTO ES MI VENIDA, MIS SEÑORES.»

Voto á tal, dixo a esta razón Sancho, no digo yo tres mil azotes; pero así me daré yo tres, como tres puñadas.

Válate el diablo por modo de desencantar, yo no sé que tienen que ver mis posas con los encantos.Par Dios que si el señor Merlín no ha hallado otra manera de desencantar á la Señora Dulcinea del Toboso, encantada se podrá ir á la sepultura.

Tomaros he yo, dixo Don Quixote, Don villano, harto de ajos, y amarraros he á un árbol desnudo como vuestra madre os parió, y no digo yo tres mil y trescientos, sino seis mil y seiscientos azotes os daré…

Oyendo lo qual Merlin dixo: no ha de ser así, porque los azotes que ha de recibir Sancho, han de ser por su voluntad, y no por fuerza, y en el tiempo que él quisiere, que no se le pone término señalado; pero permítesele, que si él quisiere redimir su vexación por la mitad, puede dexar que se los dé agena mano, aunque sea algo pesada.»

AL SON DE AGRADABLE MÚSICA.

4.-COMENTARIO.

El texto seleccionado, que parece no tener nada que ver con la religión, tiene como veremos, abundantes matices religiosos.

«La agradable música» nos recuerda la frase que dice Sancho a la duquesa al final del capítu- lo anterior: «señora, donde hay música, no puede haber cosa mala» aludiendo a la creencia antigua y de la época de que la música espantaba a los demonios.

« Viéron que hacia ellos venía un carro de los que llaman triunfales»; como los que usaban los generales romanos vencedores en las batallas. Se usaban en las fiestas y también en las procesiones.

           En este caso el narrador parece estar pensando en una procesión religiosa porque venía « tirado de seis mulas pardas, encubiertas empero de lienzo blanco, y sobre cada una venía un disciplinante de luz, asimesmo vestido de blanco, con un hacha de cera grande encendida en la mano.»

Estos disciplinantes vestidos de » túnica y caperuza blanca» acompañaban en las procesiones festivas, y contrastan con los «disciplinantes de sangre» a los que se refiere en el episodio de los flagelantes ( Cf. Nº. ) y además porque venían en el carro otros « doce» disciplinantes blancos que nos hacen pensar en los apóstoles, « cuya vista admiraba y espantaba juntamente» palabras que nos transportan a alguna de las teofanías del Antiguo Testamento o del Apocalisis, donde la admiración y el espanto son signo de la presencia de lo divino, igual que la presentación que hace de la Ninfa. ( Cf.Ezequiel cap 1y2) ( Apocalipsis cap. 12)

Los autores han señalado otras fuentes para la descripción de ésta como de la procesión del capítulo anterior. (Arístóteles de Caelo, 284 a; 293 b; Meteora XI, I,1069 b) o Dante en la Divina Comedia. La Eneida, etc.

La «muerte viva» «habla con voz algo dormida» porque debía tener parte en el «cemente- rio» lugar del sueño para los cristianos.

“Voto a tal». En el Quijote sale a menudo y en boca de distintos personajes la expresión que ahora se pone en boca de Sancho. La palabra procede del latin votum, del verbo vovere, que signi- fica prometer. A partir de ahi los significados de la palabra en español son múltiples: hacer votos, promesas religiosas, expresar deseos, echar votos, juramentos, blasfemias... el significado que tiene en este caso es una expresión que expresa un sentimiento de ira similar a la que se manifiesta en un juramento y hasta en una blasfemia sin nombrar a Dios. Cervantes, recoge sin duda la expresión del lenguaje popular frecuente en su tiempo.

« Válate el diablo» de modo similar esta expresión también muy frecuente en el Quijote, equivaldría a una imprecación que «el diablo te proteja»

«Par Dios», equivale a un juramento, « juro por Dios» que si no hay otra manera de desen- cantar» encantada se irá a la sepultura»

Los azotes que ha de recibir Sancho» han de ser voluntarios» aunque si él quisiere «redimir» su vexación, del latín redímere: en este caso: pagar la mitad de la deuda. Lo dice posteriormente:

«¿ Parí yo por ventura á la Señora Dulcinea para que paguen mis posas?»

IMÁGENES DE LA MUERTE 

Es significativo que tenga que ser Sancho quien « redima» a Dulcinea y no Don Quijote. Cervantes le quiere hacer pagar a Sancho la culpa del engaño que hizo convirtiendo a Dulcinea en una labradora. Sancho así lo entiende y por ello sigue diciendo: «El señor mi amo si que es parte suya, pues la llama á cada paso mi vida, mi alma, sustento y arrimo suyo…pero azotarme yo? abernuncio.

En lo que resta del capítulo se narran las súplicas que la Ninfa, Don Quijote, el Duque, la Duquesa, Merlín hicieron a Sancho para que aceptase darse, o que le dieran los azotes , aparecen de vez en cuando intercaladas referencias religiosas:» pero hacer caso de tres mil azotes, que no hay niño de la doctrina, por ruin que sea, que no se los lleve cada mes» a Dios rogando y con el mazo dando»» dad el si, hijo,… y váyase el diablo para diablo » acabad de dar el sí desta disciplina y creedme, que os será de mucho provecho , así para el alma, como para el cuerpo: para el alma , por la caridad con que la haréis, para el cuerpo, porque yo sé que sois de complexión sanguinea..»Sancho responde a estos ruegos diciéndoles : « Aprendan, aprendan mucho de enho- ramala á saber rogar, y á saber pedir, y á tener crianza..» porque las súplicas y los ruegos que le han hecho más bien han sido amenzas.

Al fin Sancho accede a darse los azotes poniendo sus condiciones: « Ea pues, a la mano de Dios, dixo Sancho, yo consiento en mi mala ventura, digo que yo acepto la penitencia con las condiciones apuntadas.

Y termina el capítulo con una bella descripcición del renacimiento de la primavera por el SI de Sancho y « Don Quixote, se colgó del cuello de Sancho, dándole mil besos en la frente y en las mexillas»

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CAPITULO XXXIII. De la sabrosa plática que la Duquesa, y sus doncellas pasáron con Sancho Panza digna de que se lea, y de que se note.

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Posted by quijotediscipulo in 34.-Cap. 33. De la sabrosa plática de Sancho con la Duquesa., CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.

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como la inquisición en el Quijote, Dios, Dulcinea, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento., el Duque, En los comentarios se suscitan abundantes temas, entre ellas la que cuenta el capítulo 35. tambien la referida al desencanto de Dulcinea, La clase clerical, la duquesa, la forma de desencantar a Dulcinea, la Sagrada Escritura, las muchas hazañas que los Duques prepararan para D. Quijote y Sancho, Sancho, Son burlas muy diversas

CAPITULO XXXIII. De la sabrosa plática que la Duquesa, y sus doncellas pasáron con Sancho Panza digna de que se lea, y de que se note.

 1.-NÚMERO 133.

2.- LOCALIZACIÓN. Cap. 33.Parte II.Pág.295 a 298 T.III

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

 3.-TEXTO.

 »Cuenta, pues, la historia, que Sancho no durmió aquella siesta, sino que, por cumplir su palabra, vino en comiendo á ver à la Duquesa, la qual, con el gusto que tenía de oírle, le hizo sentar junto á sí en una silla baxa,…

Rogóle la Duquesa que le contase aquel encantamento (de Dulcinea) ó burla, y Sancho se lo contó todo del mesmo modo que había pasado, de que no poco gusto recibieron los oyentes; y prosiguiendo en su plática, dixo la Duquesa: de lo que el buen Sancho me ha contado me anda brincando un escrúpulo en el alma, y un cierto susurro llega á mis oidos, que me dice: pues Don Quixote de la Mancha es loco, menguado y mentecato, y Sancho Panza su escudero le conoce, y con todo eso le sirve y le sigue…sin duda alguna debe ser él mas loco y tonto, que su amo: y siendo esto así, como lo es, mal contado te será, señora Duquesa, si al tal Sancho Panza le das la Insula que gobierne, porque el no sabe gobernarse á si ¿ como sabrá gobernar a otros?

Par Dios, señora, dixo Sancho que ese escrúpulo viene con parto derecho; pero dígale vuesa merced, que hable claro, ó como quisiere, que yo conozco que dice verdad, …pero esta fué mi suerte y mi malandanza: no puedo mas, seguirle tengo, somos de un mismo Lugar, he comido su pan, quiérole bien, es agradecido, dióme sus pollinos, y sobre todo yo soy fiel, y así es imposible que nos pueda apartar otro suceso que el de la pala y azadón: y si vuestra altanería no quisiere que se me dé el prometido Gobierno, de ménos me hizo Dios, y podría ser que el no dármele redundase en pro de mi conciencia, que magüera tonto se me entiende aquel refran, por su mal le nacieron alas á la hormiga y aun podría ser, que se fuese mas ahina Sancho escudero al cielo, que no Sancho Gobernador…: y las avecitas del cielo tienen á Dios por su proveedor y despensero... y al dexar este mundo, y meternos tierra adentro, por tan estrecha senda va el Principe, como el jornalero: y no ocupa mas pies de tierra el cuerpo del Papa, que el del sacristán, aunque sea mas alto el uno que el otro, que al entrar en el hoyo, todos nos ajustamos y encogemos, ó nos hacen ajustar ó encoger, mal que nos pese, y á buenas noches: y torno á decir que si Vuestra Señoría no me quiere dar la Insula por tonto, yo sabré no dárseme nada por discreto: y yo he oido decir , que detrás de la cruz está el diablo…

YO SÉ DE BUENA PARTE QUE HAY DULCINEA.

Vos teneis razon, Sancho, dixo la Duquesa, pero volviendo a la plática que poco ha tratábamos , del encanto de la Señora Dulcinea, tengo por cosa cierta y mas que averiguada, que aquella imaginación que Sancho tuvo de burlar á su señor, y darle á entender, que la labradora era Dulcinea…toda fué invención de alguno de los encantadores que al señor Don Quixote persiguen, porque real y verdaderamente, yo sé de buena parte, que la villana que dió el brinco sobre la pollina, era y es Dulcinea del Toboso, y que el buen Sancho pensando ser el engañador, es el engañado, y no hay que poner mas duda en esta verdad, que en las cosas que nunca vimos: y sepa el señor Sancho Panza, que tambien tenemos aquí encantadores , que nos quieren bien, y nos dicen lo que pasa por el mundo pura y sencillamente,sin enredos, ni maquinas, y créame Sancho, que la villana brincadora era, y es Dulcinea del Toboso que está encantada como la madre que la parió, y quando ménos nos pensémos, la habemos de ver en su propia figura, y entónces saldrá Sancho del engaño en que vive.

Bien puede ser todo eso, dixo Sancho Panza, y agora quiero creer lo que mi amo cuenta de lo que vió en la cueva de Montesinos, donde dice que vió á la señora Dulcinea del Toboso, en el mesmo trage y hábito que yo dixe quando dixe que la encanté por solo mi gusto, y debió ser al revés, como vuesa merced, señora mía, dice… pero no por eso será bien que vuestra bondad me tenga por malévolo, pues no está obligado un porro como yo á taladrar los pensamientos y malicias de los pésimos encantadotes…Dios está en el cielo que juzga los corazones.

EN LA CUEVA DE MONTESINOS.

Así es la verdad, dixo la Duquesa; pero dígame agora Sancho, que es esto que dice de la cueva de Montesinos, que gustaría saberlo. Entónces Sancho Panza le contó punto por punto lo que queda dicho acerca de la tal aventura. Oyendo lo qual la Duquesa, dixo: deste suceso se puede inferir, que pues el Gran Don Quixote dice que vió allí a la mesma labradora que Sancho vió a la salida del Toboso, sin duda es Dulcinea, y que andan por aquí los encantadores muy listos y demasiadamente curiosos»

4.-COMENTARIO.

Dice la duquesa: « Me anda brincando un escrúpulo en el alma», se refiere a un escrúpulo moral que pudiera ser pecado.» y un cierto susurro llega á mis oidos;» alude a la voz de su conciencia.» que me dice:si Sancho dice que su amo es loco , tan loco ó mas es él que le sigue; mal contado te será, señora Duquesa, si á tal Sancho le das la Insula que gobierne».

Esto es lo que le dicta la conciencia y el escrúpulo: que si hace a Sancho Gobernador puede estar en peligro su salvación:» mal contado te será en el dia del juicio:»Pues quien no sabe regirse a si mismo¿cómo podrá gobernar a otros»? (Cf. 1ª Timoteo, cap. 3, 4-5)

«Par Dios, señora, dixo Sancho que ese escrúpulo viene con parto derecho; »Sancho ha entendido a la duquesa y por eso le dice que le hable a su conciencia claro o lo que quiera, y así se le irá el escrúpulo, porque él sabe que todo lo que ella ha dicho es verdad y que como discreto se le ha pasado muchas veces por la cabeza dejarlo, pero ha descubierto que no tiene más remedio que seguirle, porque « esta fue mi suerte y esta mi malandanza.» Sancho sabe que ni la suerte, ni la fortuna existen, pues, como le dijo en una ocasión Don Quijote, lo que la gente llama , suerte o fortuna, es la especial providencia que Dios tiene con cada uno en particular.( Cf. Nºs.82,183.), y éste su pecado «malandanza»: pasando a describirlo tal como aparece en el texto.

Por todo ello, «así es imposible que nos pueda apartar otro suceso que el de la pala y el azadon», sólo la sepultura, hecha con la pala y el azadón, nos podrá separar.

POR SU MAL LE NACIERON ALAS A LA HORMIGA.

Sancho continúa diciéndole a la duquesa que si eso es motivo para no darle el Gobierno, «de menos me hizo Dios», porque creó todo de la nada y al hombre del barro de la tierra. ( Cf Génesis cap.1 y cap 2,7) por lo que no le importa mucho, ya que es posible que eso sea mejor para él, en última instancia podría ser que, Sancho escudero, se fuera más ràpido al cielo, que Sancho Gober- nador. Sancho ilustra esta última razón con un conjunto de refranes, uno de ellos: «por su mal le nacieron alas a la hormiga», queriendo decir que si el volara tan alto llegando a ser gobernador podría ser para su mal.

Después de todos los refranes y razones Sancho dice unas palabras basadas en la sagrada escritura: » y las avecitas del campo tienen á Dios por su proveedor y despensero» »Por eso os digo… mirad como las aves del cielo no siembran , ni siegan, ni encierran en graneros y Vuestro Padre Celestial las alimenta.¿ No valéis vosotros más que ellas ? ( Cf. Mateo cap 6,25)

Luego, ya vemos como sigue argullendo Sancho con motivo de la muerte: a la hora de la muerte todos somos iguales, lo mismo da ser Papa que sacristán.

Finalmente le vuelve a decir a la duquesa que si no le da la Insula por tonto, no le importará nada con lo que demostrará que en lugar de tonto es discreto, pues ha oido decir que «tras la cruz está el diablo», así que tras la cruz que le supondría no tener la Insula, se encontraría que se ha librado del diablo.

A través de todo el diálogo aparece, en boca de Sancho, el orgullo que el pueblo puede esgrimir ante la nobleza: que Dios a todos nos hizo iguales, que ante El no cuentan las diferencias que nacen de los cargos y poderes sociales, que se ocupa de todos como de las aves del cielo, que lo importante no es tener bienes, sino lograr el único y mayor bien que puede desear el hombre, la salvación de su alma, que la igualdad entre nobles y pueblo aparecerá al fin en la sepultura y en la muerte, que a todos iguala.

La Duquesa introduce de nuevo el tema de Dulcinea, y va a convertir a Sancho de engañador en engañado.

Por ese motivo le dice: » yo sé de buena parte» de buena fuente. La buena fuente a la que se refiere la duquesa, tiene como tres motivos, según el texto transcrito: 1.- «Y no hay que poner mas duda en esta verdad, que en las cosas que nunca vimos.» Esta verdad de la existencia de Dulcinea es similar a las verdades de fe , que según el catecismo católico « Es creer lo que no se ve» ( Cf. Catecismo de Ripalda y Astete pág 82)

2.- Y sepa el señor Sancho Panza, «que tambien tenemos acá encantadores buenos, que nos quieren bien, y nos dicen lo que pasa en el mundo, y sencillamente,sin enredos, ni máquinas.», afirmando que ella ha sido informada por uno de éstos

3.- La visión que tuvo Don Quijote en la cueva de Montesinos, tal como Sancho Panza se la había descrito: « de este suceso se puede inferir que pues el gran Don Quixote dice que vió allí á la mesma labradora que Sancho vió á la salida del Toboso, sin duda es Dulcinea, y que andan por aquí los encantadores muy listos y demasiadamente curiosos»

Sancho, al fin, cae en la trampa que le tiende la duquesa y termina convenciéndose de que Dulcinea existe, está encantada, y que él Sancho fue también encantado por los encantadores ha- ciéndole creer que fue él quien la encantó.

EL DIOS QUE ESTÁ EN LOS CIELOS JUZGA LOS CORAZONES.

Sigue Sancho dejando entrever su personalidad en todo este suceso, diciéndole a la duquesa que no crea que por eso es «malévolo» y para reforzar su afirmación recurre a Dios diciendo: «Dios está en los cielos que juzga los corazones.» Recordando las palabras de Jesús: «Vosotros pretedéis pasar por justos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es para los hombres estimable es abominable ante Dios»( Lucas, cap. 16,15 )

Finalmente la duquesa le dice que los encantadores andan por aqui, « muy listos y muy curiosos», es una frase que prepara los sucesos siguientes.

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CAPITULO XXXIV. Que cuenta de la noticia que se tuvo de como se habia de desencantar a la sin par Dulcinea del Toboso, que es una de las aventuras mas famosas deste libro.

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Posted by quijotediscipulo in 35.-Cap 34. Que comienza a tratar de cómo desencantar a Dulcinea y más., CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.

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antiguo testamento, Dios, Eclesiastés, eclesiastico, el agradecimiento, el pasaje de David y Goliat, el tema de la inquisición, Exodo, Genesis, Jueces, la amistad, la virginifad, las virtudes teologales, los profetas, los santos admirados por D. Quijote: San Pablo, san Jorfe-, san Martín, santiago, textos de la sagrada escritura, Textos. Capituls de Quijote. Imagenes del Quijote. Temas abordados en el Quijote : la religión

CAPITULO XXXIV. Que cuenta de la noticia que se tuvo de como se habia de desencantar a la sin par Dulcinea del Toboso, que es una de las aventuras mas famosas deste libro.

1.-NÚMERO 134.

2.-LOCALIZACIÓN.Cap. 34.Parte II.Pág.4.T.IV

3.-TEXTO.

4.-COMENTARIO.

 3.-TEXTO.

 »Grande era el gusto que recebian el Duque y la Duquesa de la conversación de Don Quixote, y de la de Sancho Panza, y confirmándose en la intencion que tenían de hacerles algunas burlas que llevasen vislumbres y apariencias de aventuras,…y así habiendo dado órden á sus criados de todo lo que habian de hacer, de allí á seis dias les llevaron á caza de montería , con tanto aparato de monteros y cazadores como pudiera llevar un Rey coronado ….

Sancho…dixo:.. yo no sé que gusto se recibe de esperar á un animal, que si os alcanza con un colmillo, os puede quitar la vida: yo me acuerdo haber oido cantar un romance antiguo, que dice: De los osos seas comido/ como Fabila fué nombrado, Ese fué un Rey Godo, que yendo á caza de montería le comió un oso, dijo el Duque

Eso es lo que yo digo, respondió Sancho, que no querría yo que los Principes y los Reyes se pusiesen en semejantes peligros á trueco de un gusto, que parece que no le había de ser, pues consiste en matar un animal que no ha cometido delito alguno.

Ántes os engañais, Sancho, respondió el Duque, porque el exercicio de la caza de monte es el mas necesario y conveniente para los Reyes y Príncipes, que otro alguno. La caza es imagen de la guerra, hay en ella estratagemas, astucias, insidias para vencer á su salvo al enemigo:.. Así que, ó Sancho , mudad de opinión, y quando seais Gobernador ocupaos en la caza, y veréis como os vale un pan por ciento..

EL BUEN GOBERNADOR .

Eso no, respondió Sancho, el buen Gobernador, la pierna quebrada y en casa: bueno seria que viniesen los negociantes á buscarle fatigados, y él estuviese en el monte holgándose, así enhoramala andaría el Gobierno. Mia fe, señor, la caza y los pasatiempos mas han de ser para los holgazanes , que para los Gobernadores: en lo que yo pienso entretenerme, es en jugar al triunfo envidado las Pascuas, y á los bolos los domingos y fiestas, que esas cazas , ni cazos no dicen con mi condición, ni hacen con mi conciencia.

Plega a Dios, Sancho, respondió el Duque, que así sea, porque del dicho al hecho hay gran trecho. Haya lo que hubiere, replicó Sancho, que al buen pagador no le duelen prendas, y mas vale al que Dios le ayuda, que al que mucho madruga y tripas llevan pies, que no pies á tripas « quiero decir , que si Dios me ayuda, y yo hago lo que debo con buena intencion, sin duda gobernaré mejor que un gerifalte: no sino pónganme el dedo en la boca, y veran si aprieto, ó no.

Maldito seas de Dios y de sus Santos, dixo Don Quixote, y quando será el día , como otras veces te he dicho, donde yo te vea hablar sin refranes una razon corriente y concertada. Vuestras grandezas dexen á este tonto, señores mios, que les molerá las almas, no solo puestas entre dos, sino entre dos mil refranes, traidos tan á sazon y tan á tiempo, quanto le dé Dios a él la salud, ó a mí, si los querría escuchar.

Con estos y otros entretenidos razonamientos saliéron de la tienda al bosque, y en requerir algunas paranzas y puestos se les pasó el día y se les vino la noche,… pero un cierto claro escuro, que truxo consigo ayudó mucho á la intención de los Duques, y así como comenzó á anochecer, un poco mas adelante del crepúsculo, á deshora pareció que todo el bosque por todas quatro partes se ardia, y luego se oyéron por aquí y por allí, y por acá y por acullá infinitas cornetas, y otros instrumentos de guerra, como de muchas tropas de caballería que por el bosque pasaban…

Con el temor les cogió el silencio, y un postillon que en trage de demonio les pasó por delante, tocando en vez de corneta, un hueco y desmesurado cuerno, que un ronco y espantoso son despedia.

Óla, hermano correo dixo el Duque, ¿quien sois, adonde vais, y que gente de guerra es la que por este bosque parece que atraviesa? Á lo que respondió el correo con voz horrísona y desenfadada: yo soy el diablo, voy á buscar á Don Quixote de la Mancha, la gente que por aquí viene son seis tropas de encantadores, que sobre un carro triunfante traen á la sin par Dulcinea del Toboso: encantada viene con el gallardo Frances Montesinos á dar órden á Don Quixote de como ha de ser desencantada la tal Señora.

Si fuerades diablo como decis, y como vuestra figura muestra, ya hubierades conocido al tal caballero Don Quixote de la Mancha, pues le teneis delante. En Dios y en mi conciencia, respondió el diablo, que no miraba en ello, porque traigo en tantas cosas divertidos los pensamientos, que la de la princial á la que venia se me olvidaba.

Sin duda , dixo Sancho,que este demonio debe ser hombre de bien y buen christiano, porque á no serlo no jurara en Dios y en mi conciencia: ahora yo tengo para mí, que aun en el mismo infierno debe haber buena gente.

Luego el demonio encaminando la vista á Don Quixote, dixo: á tí El Caballero de los Leones (que entre las garras de ellos te vea yo) me envia el desgraciado, pero valiente caballero Montesinos, mandándome , que de su parte te diga, que le esperes en el mismo lugar que te topare, á causa de que trae consigo á la que llaman Dulcinea del Toboso, con órden de darte la que es menester para desencantarla, y por no ser para mas mi venida, no ha de ser mas mi estada: los demonios como yo queden contigo, y los Ángeles buenos con estos señores: y en diciendo esto tocó el desaforado cuerno, y volvió las espaldas, y fuese sin esperar la respuesta de ninguno.                                                 

Renovóse la admiración en todos, especialmente en Sancho y Don Quixote…el Duque le dixo: ¿ piensa vuestra merced esperar, señor Don Quixote? ¿ Pues no? respondió él, aquí esperaré intrépido y fuerte, si me viniese á embestir todo el infierno.

Pues si yo veo otro diablo, y oigo otro cuerno como el pasado, así esperaré yo aquí, como en Flandes, dixo Sancho.»

CACERÍA DEL JABALÍ.

4.-COMENTARIO.

Don Quixote y Sancho asisten a la cacería, en ella se narra la caza de un gran jabalí. Sancho, que ha estado asustado todo el tiempo expresa su opinión negativa sobre tal cacería, y cuando se entera de que el tal Fabila era un rey godo, se afianza más en el sin sentido de tales cacerías, por el peligro que conlleban para los Reyes y Principes y por el tiempo que pierden, dirá después.

El duque lo justifica con la idea , que viene ya de Jenofonte, autor griego del siglo V, antes de Cristo, » Ciropedia: I,10», es por lo tanto, una justificación ya tópica y común, diciéndole a Sancho que esa es la caza propia de los Reyes y Principes, por ser la mejor preparación para la guerra, pues en ella, como en la guerra, se pasan mil fatigas, peligros… que merecen soportarse recogiendo luego su fruto: »vale un pan por ciento» que recuerda «al ciento por uno del evange- lio» (Cf. Marcos, cap.9,30)

Sancho expresa su desacuerdo con otro refrán, el refrán original es :» La mujer honrada, la pierna quebrada y en casa» que ya le había dicho su mujer, Teresa Panza.

EL TRUQUE DE ESPADA Y BASTO.

Posteriormente afirma que « la caza y los pasatiempos mas han de ser para los holgazanes,que para los Gobernadores;» él cuando sea gobernador se entretendrá « en jugar al triunfo envidado las Pascuas». Es un juego de cartas parecido a nuestro truque de Espada y Basto en el que se comienza con el envite.

Y éste sólo « las Pascuas», es decir, de vez en cuando. Su conciencia no le permitiría otra cosa. Cervantes, pone en boca de Sancho, una crítica del mal gobierno de todos aquellos , gobernadores o reyes, que dedican su tiempo a pasárselo bien, olvidándose del pueblo y de su obligación de servirle con un buen gobierno.

El duque le dice que Dios quiera que así sea y emplea un refrán para reafirmar su idea,« del dicho al hecho va mucho trecho», a lo que Sancho contesta con más refranes, explicándole con ellos, lo que quiere decir: »quiero decir , que si Dios me ayuda, y yo hago lo que debo con buena intencion, sin duda gobernaré mejor que un gerifalte: no sino pónganme el dedo en la boca, y veran si aprieto, ó no.»

La ira de Don Quijote era previsible dado que en varias ocasiones le había reprendido su costumbre de ensartar los refranes y además con una maldición: »Maldito seas de Dios y de sus Santos, « no propia en él; tampoco está de acuerdo con el protagonismo que la duquesa le concede.

Aunque no cabe duda que el autor lleva razón de que la caza era entretenimiento de reyes, no se cumplía del todo en el que hacía poco habia gobernado en España , el gran Felipe II, el cual, aunque aficionado a la misma, su entrega a la gobernación de sus reinos le impedía entregarse más a ella. En una carta que escribe a sus hijas las infantas les dice:

«Ya podréis pensar lo que me habré holgado con vuestras cartas y con las buenas nuevas que me dais en ellas de mi hermana y de todo lo que pasó en el Pardo hasta que vos escribisteis. Y así las espero el miércoles, con lo que después pasaría, así allí como en el camino y en Sant Lorenc,o, que todo creo que me lo escribiréis. Y demás de la mucha envidia que os tengo de haber visto a mi hermana, no dexo de tener alguna, a la estada en el Pardo, que debe estar bueno, como este año ha llovido mucho; y es gran cosa estar más espeso que solía: que si lo está no dexará de haber caza en él: No sé qué le habrá parecido a vuestro hermano dél y de Sant Lorenzo, pues creo que nunca habia estado allí, aunque no se me acuerda muy bien; y así me lo decid, y le preguntar de mi parte cómo le ha parecido lo uno y lo otro, y si se ha holgado: estos dias y a buen tiempo llegó Tofiño, aunque era poco tiempo el que allí quiso estar mi hermana. Y creo que me habréis escrito cómo os habrá ido en los oxeos.»(Cf. Lettres, pag 111).

EL TEMA DEL INFIERNO UNA VERDAD  MALE DICTA MAL DICHA EN EL CATOLICISMO QUE HA ENGENDRADO UNA RELIGIÓN DEL MIEDO A DIOS.

La reacción de Sancho ante la afirmación del diablo «de que en Dios y en su conciencia» está en contradicción de lo que tantas otras veces han dicho tanto él como Don Quijote, mostrándo- se instruidos sobre la naturaleza del diablo,( Cf. Nº.77 ) no acaba de encajar, ni ser creible, que Sancho creyera:» ahora yo tengo para mí, que aun en el mismo infierno debe haber buena gente.» , por más que todo sea una broma ,a través de la cual, el mismo Cervantes debe estar ironizando sobre las creencias en el diablo y sus intervenciones, y las terroríficas descripciones que del infierno se hacía por los predicadores en su tiempo.

TORMENTOS DE LOS SENTIDOS CORPORALES.

« Comenzando, pues, por las penas de los sentidos exteriores, la primera es fuego de tan gran ardor y eficacia que según dice San Agustín, este nuestro de acá es como pintado si se compa- ra con él. …Pues mira, tú ahora, ¿qué sentirán los malaventurados, estando siempre acostados en tal cama como ésta? …

Gravísimas son todas estas penas de los sentidos exteriores del cuerpo; pero mucho mayores serán las de los sentidos interiores del ánima… Porque primeramente la imaginación será allí atormentada con una tan vehemente aprehensión de aquellos dolores, que en ninguna otra cosa pensará ni podrá pensar. ..La memoria también, por su parte, los atormentará, cuando allí se les acuerde de su antigua felicidad y de sus deleites pasados por los cuales vinieron a padecer tales tormentos…

De aquí nace aquel gusano remordedor de la conciencia, con que tantas veces amena- za la escritura divina (Ecl. 7), Isa. 66, etc.); el cual noche y día siempre morderá y roerá y se apacentará en las entrañas de los malaventurados… Sobre todo esto, ¿cuáles serán los tormentos y dolores de la mala voluntad?

En ella estará siempre la envidia rabiosa de la gloria de Dios y de sus escogidos, la cual estará siempre royendo las entrañas, no menos que aquel gusano susodicho. De esta pena dice el salmo (sal. 111) «El pecador verá y airarse ha, con sus dientes regañará y deshacerse ha»; … con esto tienen también una perpetua desesperación… y aún porque están ciertos que nunca tendrán fin ni remedio sus penas. …

FIERAS Y MONSTRUOS.

Y no solamente los atormentará el frío y el fuego sino también los mismos demonios con figuras horribles de fieras y monstruos espantables en que les aparecerán: los cuales con su vista atormentarán los ojos adúlteros y deshonestos… Esta pena es mucho mayor de lo que nadie puede pensar porque si nos consta que algunas personas han perdido el sentido y aun muerto de espanto con la vista o imaginación de algunas cosas temerosas, y a veces la sospecha sola de ellas nos hace erizar los cabellos y temblar, ¿qué será el temor de aquel lago tenebroso, lleno de tan horribles y espantosas quimeras como allí se ofrecerán a los ojos de los malos? …

Al tormento de los ojos se añade otra pena terrible para las narices, que será un hedor insoportable que habrá en aquel lugar, para castigo de los olores y atavío que los hombres carnales y mundanos buscaron en este mundo, como lo amenaza Dios por Isaías diciendo: «porque se envanecieron las hijas de Sión y anduvieron con los cuellos levantados, halconeando con los ojos y pavoneándose en su pasear, haciendo alarde sus pompas y riquezas entre los flacos y desnudos; por tanto el Señor les pelará la cabeza, con todos los otros atavíos profanos y darles ha en lugar de suaves olores, hedor y en lugar de la cinta una soga y en lugar de los cabellos ondeados la calva pelada y en lugar de la faja de los pechos un cilicio, esta es la pena que se debe a los olores y atavíos de los hombres mundanos». (Cf. Fr. Luis de Granada: Libro de la oración y meditación, BAE, 8, páginas 48-52.)

ESCUDO DE ARCALAUS EL ENCANTADOR.

El capítulo termina con la descripción de la venida del cortejo, entre ruidos y músicas, un carro en el que venía el sabio Lirgandeo, en otro el sabio Alquife, un tercer carro en el que según dixo con voz mas ronca y endiablada venía Arcalaus el encantador, finalmente se escuchó una música que alegró a Sancho diciendo a la duquesa: señora , donde hay música no puede haber cosa mala. Ello dirá, dixo Don Quixote, que todo lo escuchaba, y dixo bien como se muestra en el capítulo siguiente.

QUIZÁS TAMBIÉN LE INTERESE DEL BLOG: CAP. XXI DE LA RICA GANANCIA DEL YELMO DE MAMBRINO.

elcuradellugar.

ES MUY IMPORTANTE LEER LOS COMENTARIOS DE LOS CAPITULOS, EN ELLOS SE ENCUENTRA EL ASPECTO RELIGIOSO DEL QUJOTE.

 

 

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  • 01.- CAPÍTULOS DE LA PRIMERA PARTE.
  • 02.-Reseña biográfica de D. Miguel de Cervantes.
  • 03.- Prólogo de la primera parte.
  • 04.- Cap. I. Sobre la condición del Hidalgo.
  • 05.- Cap. II. La primera salida de D. Quijote de su tierra.
  • 06.-Cap. III. Donde secuenta como D. Quixote fue armado caballero.
  • 07.-Cap. IV. Don Quixote lleva a cabo su primer hazaña.
  • 08.- Cap. V. El Hidalgo apaleado es recogido por su vecino Pero López.
  • 09.-Cap. VI. El grande y donoso escrutinio de la biblioteca del Hidalgo.
  • 10.Cap. VII. La Segunda salida del Hidalgo.
  • 11. Cap. VIII. La espantable aventura de los Molinos de Viento.
  • 12.- Cap. IX. Donde se concluye la estupenda batalla entre D. Quixote y el Vizcaino.
  • 13.- Cap. X. Una interesante conversación del Hidalgo con su Escudero.
  • 14.- Cap. XI. Don Quixote y Sancho con los cabreros.
  • 15.-Cap. XII. Historia de Crisóstomo y Marcela.
  • 16.-Cap. XIII. Vivaldo y el sepelio del pastor muerto por amor.
  • 17.- Cap. XIV. La maravillosa aparición y las palabras de Marcela.
  • 18.- Cap. XV. La desgraciada aventura de los desalmados yangüeses.
  • 19.-Cap. XVI. Lo que sucedió a D. Quijote y Sancho con Maritormes y el arriero en la venta
  • 20.-Cap. XVII. Don Quixote toma el Bálsamo santísimo y Sancho es manteado en la posada.
  • 21.-Cap. XVIII. Don Quixote ataca a un rebaño de ovejas creyendo que son guerreros.
  • 22. Cap. XIX El furibundo ataque del Caballero de la triste figura a los clérigos.
  • 23.-Cap. XX. La nunca vista aventura de los batanes.
  • 24.-Cap. XXI.- De la rica ganancia del yelmo de Mambrino.
  • 25.-Cap. XXII. De la libertad que dio d. Quixote a unos condenados a galeras.
  • 26.-Cap. XXIII. D. Quixote y Sancho camino de Sierra Morena.
  • 27.- Cap. XXIV. Encuentro entre D. Quixote y Cardenio.
  • 28.- Cap. XXV. De la inaudita penitencia de D. Quixote en Sierra Morena.
  • 29.-Cap. XXVI. Sancho camino del Toboso con una carta para Dulcinea.
  • 30.-Cap.XXVII. Donde se prosigue con la historia de Cardenio y Luscinda.
  • 31.- Cap. XXVIII. El hallazgo de Dorotea.
  • 32.-Cap.XIX.De cómo el Cura y el Berbero lograron sacar al Hidalgo de Sierra. Morena.
  • 33.- Cap. XXX. El ingenio de Dorotea contando su historia como Princesa.
  • 34.- Cap.XXXI. Sobre la imagen de Dulcinea en Don Quijote y en Sancho.
  • 35.- Cap. XXXII. De nuevo en la venta de Maritormes.
  • 36.- Cap. XXXIII. La novela del Curioso impertinente.
  • 37.- Cap. XXXIV. Sigue la novela del Curioso impertinente.
  • 38.-Cap. XXXV. Entre el final de la novela y la aventura de los cueros de vino
  • 39.- Cap. XXXVI. Remate de las penas de Dorotea y Luscinda.
  • 40. Cap. XXXVII. Entra en escena la historia del Cautivo y la Mora.
  • 41. Cap XXXVIII. Discurso de D. Quixote sobre las armas y las letras.
  • 42.- Cap. XXXIX. Donde el Cautivo cuenta su vida.
  • 43.-Cap. XL. Donde se continua la Historia del Cautivo.
  • 44.- Cap. XLI. Donde todavía sigue el Cautivo su suceso.
  • 45.- Cap. XLII. De otras muchas cosas dignas de saberse ocurridas en la Venta.
  • 46.-Cap. 43. Inicio de la Historia del amor de Clara y el mozo de mulas.
  • 47.-Cap. 44.-Donde siguen los asombrosos sucesos de la venta.
  • 47.bis. Cap. 45. Donde se acaba de aclarar el problema del Yelmo de Mambrino.
  • 48.- Cap. 46. Don Quijote es enjaulado.
  • 49.-Cap. 47.-Del extraño modo como fue encantado D. Quixote.
  • 50.-Cap. 48.-Don Quixote enjaulado camino de su Lugar.
  • 51.- Cap. 49. Don Quixote desenjaulado habla con el Canónigo.
  • 52.- Cap.50. La charla del Canónigo y D. Quixote sobre la verdad de los Libros de Caballería.
  • 53.-Cap. 51.Que trata de la interesante historia que contó el cabrero.
  • 54.-Cap. 52. Donde da fin la primera parte de esta historia.
  • CAPÍTULOS DE LA SEGUNDA PARTE DEL QUIJOTE.
    • 01. Prólogo de la segunda parte del quijote.
    • 02.-Cap. 1º. Don Quixote planea una nueva salida.
    • 03. Capítulo 2º.-La pendencia que tuvo Sancho con el Ama y la Sobrina del caballero.
    • 04.- Cap. 3º.- Un ridículo razonamiento a tres bandas.
    • 05.- Cap. 4º. Preparando la nueva salida.
    • 06.-Cap. 5º. La discreta y graciosa plática entre Sancho Panza y Teresa su muger.
    • 07.- Cap. 6º.De lo que pasó a D. Quijote con la sobrina y el ama.
    • 08.-Cap.7.-De lo que pasó entre D. Quixote y su escudero con otros sucesos.
    • 09.-Cap. 8. Hablando de camino a ver a Dulcinea.
    • 10. Cap. 9. D. Quijote y Sancho llegan al Toboso.
    • 11.-Cap.10. Sancho presenta a D. Quijote a Dulcinea como una labradora .
    • 12.- Cap. 11. La aventura de las Cortes de la Muerte.
    • 13.-Cap. 12. Preparando el camino al Caballero de los Espejos.
    • 14.-Cap. 13. El interesante coloquio de los dos escuderos: el del Bosque y Sancho.
    • 15.-CAP. 14. La gran victoria de D. Quixote sobre el Caballero del Bosque
    • 16.-Cap. 15. El Caballero de los Espejos se marcha hasta otra ocasión.
    • 17.-Cap. 16.El encuentro de D. Quixote con el Caballero del verde gabán.
    • 18.-Cap. 17. La feliz y acabada aventura de los leones.
    • 19.-Cap. 18. De lo que sucedió a D. Quijote en la casa del Caballero del verde gabán.
    • 20.- Cap. 19.Donde se cuenta la aventura del pastor enamorado.
    • 21.- Cap. 20. Donde se cuenta el comienzo de las bodas de Camacho.
    • 22.-Cap. 21 Donde se da remate a las Bodas de Camacho-
    • 23.-Cap. 22.Donde se da cuenta de la gran aventura de la Cueva de Montesinos.
    • 24.Cap. 23. Donde d. Quijote cuenta lo que vio en la cueva de Montesinos.
    • 25.- Cap.24. D. Quijote y Sancho de camino desde la ermita a la venta.
    • 26.-Cap 25. El inicio del episodio del rebuzno y del retablo de Maese Pedro.
    • 27. Cap.26 El Retablo de Maese Pedro y su trágico final.
    • 28.-Cap. 27. La aventura del rebuzno y sus consecuencias.
    • 29.-Cap. 28. Hablando de salarios.
    • 30.- Cap.29. La aventura del barco encantado.
    • 31.- Cap. 30- El encuentro con la bella cazadora.
    • 32.-Cap. 31. Los Duques empiezan con sus burlas.
    • 33.-Cap. 32. La azogada respuesta de D. Quixote al eclesiástico.
    • 34.-Cap. 33. De la sabrosa plática de Sancho con la Duquesa.
    • 35.-Cap 34. Que comienza a tratar de cómo desencantar a Dulcinea y más.
    • 36.-Cap. 35. Sancho el responsable del desencanto de Dulcinea.
    • 37.-Cap. 36. La jamás imaginada aventura de la Dueña Dolorida.
    • 38.-Cap. 37.-Sancho opina sobre las Dueñas
    • 39.-Cap.38. Donde se da cuenta de la mala amdanza de la Dueña Dolorida.
    • 40.-Cap. 39.Donde la Trifaldi continúa con su estupenda historia.
    • 41.- Cap.40.De cosas que atañen a esta aventura.
    • 42.-Cap. 41.-La venida de Clavileño y el final de esta aventura.
    • 43. Cap. 42. Los consejos 1ºs de D. Quijote a Sancho a punto de entrar en el gobierno de la Ínsula.
    • 44.-Cap. 43. Los consejos segundos de D. Quijote a Sancho.
    • 45.- Cap.44. Còmo Sancho Panza fue llevado al gobierno de la Insula.
    • 46.- Cap. 45.- De cómo Sancho tomó posesión de la Ínsula.
    • 47.- Cap. 46.-Del espantoso sucero cencerril y gatuno.
    • 48.-Cap. 47.- De cómo empezó Sancho su gobernación.
    • 49.-Cap.48.- D. Quijotee y la Dueña Rodriguez.
    • 50.-Cap.49.- De lo que sucedió a Sancho Gobernador rondado la Insula.
    • 51.-Cap. 50.-La Duquesa escribe a Teresa mujer de Sancho
    • 52.- Cap. 51. D. Quijote alaba el buen gobierno de Sancho su escudero.
    • 53.-Cap. 52.-La segunda aventura de la Dueña dolorida y otros sucesos llamativos.
    • 54.-Cap. 53.- Del fatigado fin y remate del gobierno de Sancho Panza.
    • 55.-Cap. 54.-El morisco Ricote y su encuentro con Sancho Panza.
    • 56.-Cap. 55.-El desgraciado remate del gobierno de Sancho.
    • 57.-Cap. 56. La descomunal batalla de D. Quijote con Tosilos.
    • 58.-Cap. 57.- Don Quijote y Sancho se despiden del duque.
    • 59.- Cap. 58.- Un capítulo en el que menudean las aventuras.
    • 60.- Cap. 59.- Un suceso ocurrido a D. Quijote que se puede llamar aventura.
    • 61.-CAP. 60. De la que sucedió a D. Quixote yendo a Barcelona.
    • 62.- Cap. 61.-De lo que sucedió a Don Quijote a su llegada a Barcelona.
    • 63.-Cap.62.-Que trata de la Cabeza encantada y otras niñerias que pueden dexar de contarse.
    • 64.-Cap.63.-Lo que le avino a Sancho en su visita a galeras y la aventura de la bella morisca.
    • 65.-Cap. 64.-El duelo entre D. Quijote y el Caballero de la Blanca Luna.
    • 66.-Cap.65.Donde se cuenta quien era el Caballero de la Blanca Luna y otros sucesos interesantes
    • 67.-Cap- 66.-La vuelta a casa del derrotado caballero.
    • 68.-Cap-67.-La determinación del Hidalgo de convertirse en pastor.
    • 69.-Cap. 68.- De la cerdosa aventura que le aconteció a D. Quixote.
    • 70. Cap.69. Una nueva traza de los condes y Altisidora muerta.
    • 71.-Cap. 70.- Que sigue al 69 con cosas dignas de leerse.
    • 72.-Cap.71.- De lo que sucedió a Don Quixote y Sancho de camino a su Lugar.
    • 73.-Cap. 72.- De cómo D. Quixote y Sancho llegaron a su aldea.
    • 74.-73.- Cap.73.-De los Agueros que tuvo D. Quixote al llegar a su aldea.
    • 75.-Cap.74.-De como Don Quixote cayó malo
    • y del testamento que hizo
    • y su muerte.
  • ESTUDIO DE ALGUNOS TEMAS RELIGIOSOS EN EL QUIJOTE
    • 01.-Matrimonio y familia en el Quijote.
    • 02.-La mujer en los textos del Quijote.
    • 03.-La Clase clerical en la 1ª Parte del Quijote.
    • 04.- La clase Clerical en la 2ª Parte del Quijote.
    • 04.-Bis.- El Cura del Lugar en el Quijote.
    • 05.- La Virgen Santa María en el Quijote.
    • 06.- El poder de la Iglesia: con la Iglesia hemos topao
    • 07. La Inquisición española en el Quijote.
    • 08.- La expulsión de los moriscos españoles en el Quijote.
    • 10. BIS. La Santidad Cristiana en el Quijote.
    • 10.- Santos Caballeros Andantes según d. Quijote
    • 11.- El Islán en el Quijote.
    • 12.-La religiosidad de Sancho.
    • 13.- Citas del Antiguo Testamento en el Quijote.
    • 14.- Citas del Nuevo Testamento en el Quijote.
    • 15.-La Salvación y el sentido de esta vida para D. Quijote y Sancho su escudero
    • 16.- Sobre la necesidad e inevitabilidad de la guerra en el Quijote.
    • 17.- Cinco Temas objeto de estudio al hilo de la narración del Cautivo en el Cap. 40 del Quijote.
    • 18.- Algunos aspectos sobre la virginidad en el Quijote.
    • 19. Sobre la verdad y naturaleza del conocimiento humano
    • 20.- Los pecados capitales que se llaman mortales en el Quijote.
    • 21.- Aproximación al estudio de la ética en el Quijote.
    • 22.-La virtud de la Templanza en el Quijote
    • 23.- La amistad en el Quijote.
    • 24.- El Cielo según D. Quijote y Sancho su escudero.
    • 25.- El Sacramento del Bautismo en el Quijote.
    • 26.-La alegría en el Quijote.
    • 27.- San José María Escrivá de Balaguer y el Quijote
    • 28.- El tema de la muerte en el Quijote.
    • 30.-La Virtud del Agradecimiento en el Quijote.
    • 31.- La Justicia y Misericordia en el Quijote.
    • 32.- La oración en el Quijote. Textos comentados.
    • 32.-Los juramentos del Quijote.
    • 33.-Sobre el Más Allá en el Quijote.
    • 34.-El diablo en el Quijote.
    • 35.- Los caracteres de la orden religiosa que D. Quijote se propuso resucitar.
    • 36.-La religiosidad del caballero D. Quijote de la Mancha.
    • 37.-Sobre los vicios y pecados en el Quijote.
    • 38.-La cristiana muerte de D. Quijote.
    • 49.- La prostitución en el Quijote.
    • La situación de la ancianidad en el Quijotr
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