LOS CARACTERES DE LA ORDEN QUE SE PROPUSO RESUCITAR DON QUIJOTE DE LA MANCHA.
El tema pretende mostrar la verdad de su título a través de algunos textos comentados del Quijote, algo a lo que ya nos disponemos no sin advertir que los textos presentados están tomados de una edición fácsimil de la obra cervantina, por lo que su ortografía es la de la época de la obra, bastante diferente de la del castellano actual.
1.-TEXTO.LOS PROPÓSITOS DEL INGENIOSO HIDALGO,
“…En efeto rematado ya su juicio, vino á dar en el mas estraño pensamiento, que jamas dió loco en el mundo, y fué que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su República hacerse caballero andante, y irse por todo el mundo con sus armas y caballo…deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama….”( Cap.1. Part. 1.)
COMENTARIO.
El texto hace una síntesis de los propósitos del Ingenioso Hidalgo comienza por decir 1.- «se le secó el celebro, de manera que vino á perder el juicio.» 2.- Sigue diciendo en qué consistía su locura: hacerse caballero andante,, resucitando la muerta caballería andante 3.- Marca la finalidad de sus propósitos y locura: alcanzar: “eterno nombre y fama.»
Tales propósitos sinténticamente descritos en el capitulo primero, el autor los va a ir perfilando a través de todo el libro, pues se ha puesto como tarea recrear « una nueva orden» así como a su primer » profeso: Don Quijote,» pretendiendo lograr el descrédito de los libros de caballería, escribiendo uno nuevo.
2.-TEXTO. EL CABALLERO EN LOS ACTOS QUE LLEVA A CABO SE SIENTE OBLIGADO POR VOTOS.
«Alzó la vara en alto el Comisario para dar á Pasamonte…mas Don Quixote se puso en medio y volviéndose á todos los de la cadena, dixo: de todo quanto me habeis dicho, hermanos carísimos, he sacado en limpio, que aunque os han catigado por vuestas culpas, las penas que vais á padecer no os dan mucho gusto, y que vais á ellas muy de mala gana y muy contra vuestra voluntad… y el torcido juicio del juez huviese sido causa de vuestra perdición, y de no haber salido con la justicia que de vuestra parte teníades: todo lo qual se me representa… de manera que me está forzando, que muestre con vosotros el efeto para el que el cielo me arrojó al mundo y me hizo profesar en él la orden de caballería que profeso, y el voto que en ella hice de favorecer á los menesterosos y opresos de los mayores;…( Cap. 22,Parte 1.)
COMENTARIO.
Cervantes monta esta aventura sobre el presupuesto de que posiblemente ella es la que mejor encaja en la misión de Don Quijote, libertar a los cautivos y socorrer a los pobres. similar a la de Jesús.
En el presente texto, Don Quijote se funda en la injusticia de los que han sido objeto de condena. esto lo pone en una situación de tener que cumplir con «el voto que tiene hecho en su orden para cumplir el fin para el que el cielo me arrojó al mundo y me hizo profesar en él la orden de caballería que profeso; el lenguaje utilizado hasta el momento sigue mostrando que la orden que Don Quijote quiere renovar es similar a los órdenes religiosas católicas, entre ellas las llamadas Órdenes Militares: mitad monjes y mitad soldados.
3.- TEXTO. DON QUIJOTE ES ARMADO CABALLERO.
“Y así fatigado deste pensamiento, abrevió su venteril y limitada cena, llamó al Ventero,… se hincó de rodilas ante él, diciéndole: no me levantaré jamas de donde estoy, valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el qual redundará en alabanza vuestra, y en pro del género humano.
El Ventero que vió á su huésped á sus pies…y porfiaba con él que se levantase, y jamas quiso, hasta que le huvo de decir que él le otorgaba el don que le pedía.
No esperaba yo menos, señor mio, respondió Don Quixote: y así os digo, que el don que os he pedido, es que mañana…me habeis de armar caballero, y esta noche en la capilla de este vuestro castillo velaré las armas y mañana , como tengo dicho, se cumplirá lo que tanto deseo, para poder, como se debe, ir por todas las quatro partes del mundo, , buscando las aventuras, en pro de los menesterosos…
El Ventero que…, era un poco socarron… Díxole también que en aquel su castillo no había capilla alguna, donde poder velar armas porque estaba derribada para hacerla de nuevo: pero en caso de necesidad, él sabía que se podían velar en un patio del castillo, que á la mañana, siendo Dios servido, se harían las debidas ceremonias, de manera que él quedase armado caballero, y tan caballero, que no pudiese ser mas en el mundo….
Prometióle Don Quixote de hacer lo que se le aconsejaba, con toda puntualidad: y así se dió luego órden como velase las armas en un corral grande que á un lado de la venta estaba, y recogiéndolas Don Quixote todas, las puso sobre una pila que junto á un pozo estaba …Contó el Ventero á todos quantos estaban en la venta la locura de su huésped,…
Antojósele en esto á uno de los arrieros que estaban en la venta ir á dar agua á su recua, y fué menester quitar las armas de Don Quixote, que estaban sobre la pila, el qual viéndole llegar, en voz alta le dixo: ó tú quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas á tocar las armas del mas valeroso andante que jamas se ciñó espada, mira lo que haces, y no las toques, si no quieres dexar la vida en pago de tu atrevimiento.
No se curó el arriero destas razones (y fuera mejor que se curara, porque fuera curarse en salud) ántes, trabando de las correas , las arrojó gran trecho de sí. Lo qual visto por Don Quixote, alzó los ojos al cielo y, puesto el pensamiento (á lo que pareció) en su señora Dulcinea, dixo: acorredme, señora mía, en esta primera afrenta que á este vuestro avasallado pecho se le ofrece:...y diciendo estas y otras semejantes razones, soltando la adarga, alzó la lanza á dos manos y dió con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza, que le derribó en el suelo …
No le pareciéron bien al Ventero las burlas de su huésped, y determinó abreviar y darle la negra órden de caballeria luego, antes que otra desgracia sucediese…Díxole como ya le había dicho, que en aquel castillo no había capilla, y para lo que restaba de hacer, tampoco era necesaria: que todo el toque de quedar armado caballero consistia en la pescozada, y en el espaldarazo…
Todo se lo creyó Don Quixote, y dixo que él estaba allí pronto para obedecer, y que concluyese con la mayor brevedad que pudiese…
Advertido…desto el Castellano, truxo luego un libro donde asentaba la paja y cebada que daba á los arrieros, y con un cabo de vela que le traia un muchacho, con las dos ya dichas doncellas, se vino á donde Don Quixote estaba, al qual mandó hincar de rodillas, y leyendo en su manual, como que decía alguna devota oración, en mitad de la leyenda alzó la mano, y dióle sobre el cuello un buen golpe, y tras él con su mesma espada un gentil espaldarazo ( siempre murmurando entre dientes , como que rezaba ) Hecho esto, mandó á una de aquellas damas, que le ciñesen la espada…Al ceñirle la espada dixo la buena señora: Dios haga á vuestra merced muy venturoso caballero, y le dé ventura en lides...y la otra le calzó la espuela, con la qual le pasó el mismo coloquio, que con la de la espada…
Hechas de galope y apriesa las hasta allí nunca vistas ceremonias, no vió la hora Don Quixote de verse á caballo, y salir buscando las aventuras…»( Cf. Cap.3, Parte I.)
COMENTARIO.
El don pedido por Don Quijote es el típico don caballeresco, el «contraignant» o «don en blanco» que supone un comportamiento de extrema generosidad pues supone comprometerse a algo, antes de saber que es lo que se va a pedir.
Hay ejemplos de este don en los romanceros franceses, en los libros de caballería, así en el Amadís de Gaula. En la misma Sagrada Escritura el Rey Asuero le concede a Esther su petición antes de conocer lo que le va a pedir«Y dijo el rey: ¿qué deseas?, ¿y cual es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará .»Esther , 5,3 y lo mismo el Rey Herodes a la hija de Herodías.(Cf. Mateo, 14,7). Así el ventero le concede lo que le pide ignorando cual va ser su petición que poste- riormente le declara.
Don Quijote utiliza para pedir el don al ventero casi literalmente palabras del «orate frates» de la Misa » ad laudem et gloriam nominis sui ad utilitatem quoque nostram totiusque Ecclesiae»el cual redundará «para alabanza y gloria de su nombre y así como para nuestro bien y el de toda su Iglesia».
El que iba a ser armado caballero debía pasar la noche anterior orando, puestas sus armas sobre el altar. El texto ha explicado el motivo por lo que tal requisito no se puede cumplir en este caso, siendo igual velar las armas al raso.
SAN IGNACIO DE LOYOLA.
Hay quienes dicen que Cervantes en éste y los siguientes capítulos está parodiando pasajes de la vida de San Ignacio de Loyola quien en el «Relato del Peregrino», autobiografía dictada por el santo a sus discípulos, afirma: «Y fuese su camino de Monserrate, pensando, como siempre solía, en las hazañas que había de hacer por amor de Dios. Y como tenía todo el entendimiento lleno de aquellas cosas, Amadis de Gaula y de semejantes libros veníanle algunas cosas al pensamiento semejantes a aquellas, y así determinó de velar sus armas toda una noche, sin sentarse ni acostar- se, mas a ratos en pie y a ratos de rodillas, delante del altar de nuestra Señora de Monserrate, adonde tenia determinado dejar sus vestidos y vestirse las armas de Cristo. R.17).
El ventero habiendo advertido la locura de Don Quijote quiso seguir la burla y «como á su ahijado que tan presto habia de ser», le dio un conjunto de consejos: que debía llevar dineros consigo, camisas limpias,escudero,así como medicinas para una eventual cura etc. etc.
En el encuentro de Don Quijote con el arriero y antes de actuar, lo primero que hace es encomendarse a su señora diciéndole: «acorredme, señora mía, en esta primera afrenta que á este vuestro avasallado pecho se le ofrece», tal forma de actuar, encomendarse sólo a Dulcinea y no a Dios al emprender una aventura, la conservará hasta que no le reprochen que los caballeros ponen en peligro su vida y no se encomiendan a Dios. (Cf. Nº.18).
La reacción de Don Quijote ante la actitud del arriero es la típica del carácter del personaje de esta primera parte, violenta, rápida y sin ningún tipo de deliberación previa:» soltando la adarga, alzó la lanza á dos manos y dió con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza, que le derribó en el suelo».
Resulta ocioso decir que Cervantes está parodiando un Ritual religioso: D. Quijote, velando sus armas en la pila como si se tratara de un altar, luego, puesto de rodillas ante el ventero, éste recitando y musitando oraciones , dando una pescozada en la cara y en el hombro que recuerda las palmadas de los ritos de la Confirmación y Ordenación Sacerdotal…
«…las hasta allí nunca vistas ceremonias,» tenían en la época un Ritual bien fijado para armar caballeros. (Cf. Libro del Orden de Caballería de Llull» Lucia Megias 1990) quien describe cada uno de los pasos para armar a uno caballero.(Cf. También : Partidas,II, XIV,21).
De « orden», ha calificado el ventero, a la orden de caballería, más en concreto de “ negra orden”
4.- TEXTO. CARÁCTER RELIGIOSO DE LA ORDEN DE LA QUE DON QUIJOTE ES YA PROFESO..
…Cesó esta plática, y comenzóse otra, preguntando el que se llamaba Vivaldo á Don Quixote, que era la ocasión que le movia á andar armado de aquella manera por tierra tan pacifica. A lo qual respondió Don Quixote: la profesión y exercicio no consiente ni permite que yo ande de otra manera: el buen paso…allá se inventó para los blandos cortesanos; mas el trabajo, la inquietud y las armas, solo se inventáron é hicieron para aquellos que el mundo llama caballeros andantes, de los quales yo, aunque indigno, soy el menor de todos...Y Vivaldo , que era persona discreta y de alegre condición… así le dixo:..vuestra merced ha profesado una de las mas estrechas profesiones que hay en la tierra, y tengo para mi que aun la de los frayles cartuxos no es tan estrecha.
Tan estrecha bien podia ser, respondió nuestro Don Quixote; pero tan necesaria en el mundo, no estoy en dos dedos de ponerlo en duda…Quiero decir, que los religiosos, con toda paz y sosiego piden al cielo el bien de la tierra; pero los soldados y caballeros ponemos en execución lo que ellos piden, defendiéndola con el valor de nuestros brazos y filos de nuestras espadas:…
Así que somos ministros de Dios en la tierra, y brazos por quien se executa en ella su justicia. Y como las cosas de la guerra…no se pueden poner en execución sino, sudando, afanando…siguese que aquellos que la profesan, tienen sin duda mayor trabajo que aquellos que en sosegada paz están rogando á Dios favorezca á los que poco pueden.
No quiero yo decir , ni me pasa por pensamiento, que es tan buen estado el del caballero andante como el del encerrado religioso;solo quiero inferir por lo que yo padezco , que sin duda es mas trabajoso, aporreado, y mas hambriento y sediento, miserable, roto y piojoso…( Cf. . Cap.13. parte I.)
COMENTARIO.
El carácter religioso de la órden ha aparecido ya en los textos anteriores, puede además verse en todos los siguientes números con los que los capítulos son reseñados en el blog: Nºs.15,18,29, 29,72,75,77.81,89,93,95,167; en el presente texto este carácter queda especialmente resaltado, por eso lo hemos elegido.
Quijote reitera cuales son las exigencias de su profesión de caballero andante «de los quales yo, aunque indigno, soy el menor de todos», recordando las palabras de Jesús: «el que quiera ser grande entre vosotros téngase como el menor». (Mateo 19, 26-27).
A continuación habla de un asunto que podría encuadrarse en el de la relación entre la vida activa y la contemplativa, aunque D. Quijote lo circunscribe a la caballería andante, a la que considera una orden religiosa de vida activa y la de los cartujos y resto de los contemplativos a la contemplativa.
Hablando desde el punto de vista de la necesidad D. Quijote se decanta claramente por la orden de vida activa de la caballería andante, a la que considera más necesaria que la contemplativa, pues «los soldados y caballeros ponemos en execución lo que ellos piden».
Después de haber señalado claramente la superioridad de su «órden» matiza: «No quiero yo decir, ni me pasa por pensamiento, que es tan buen estado el del caballero andante como el del encerrado religioso», sino que es más trabajoso. No cabe duda que Cervantes con esta matización se está cubriendo de una posible sanción teológica.
Aparece aquí, con un matiz un tanto distinto el tema de la superioridad de las armas sobre las letras, porque el fin de las armas es lograr el bien mayor que el hombre puede apetecer que es el de la paz Ese fin es el que busca el religioso a través de la oración pero lo alcanza el caballero andante y el soldado con su esfuerzo y estrechez. «Así que somos ministros de Dios en la tierra, y brazos por quien se executa en ella su justicia».
5.- TEXTO. LA RELIGIOSIDAD DEL CABALLERO ANDANTE HA DE SER UNA RELIGIOSIDAD CRISTIANA.
…así , ó Sancho, que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene la Religión christiana que profesamos.
Hemos de matar en los gigantes á la soberbia, á la envidia en la generosidad y buen pecho, á la ira en el reposado continente y quietud del ánimo, á la gula y al sueño en el poco comer que comemos, y en el mucho velar que velamos, á la lujuria y lascivia en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos, á la pereza con andar por todas las partes del mundo buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan sobre Christianos, famosos caballeros.(Cap 8. Parte II)
COMENTARIO.
Sancho no se cree haya dado motivos para que ningún encantador le persiga envidioso,quitándole la fama, lo que le da ocasión para hacer una expresa confesión de fe católica, apostólica y romana, mostrando que no le importa nada la fama ni lo que de él puedan decir.
Don Quijote, no está de acuerdo con eso, pues la buena fama «es un gran premio que todos los mortales desean», aunque la que debe buscar y perseguir un cristiano es aquella que acaba en la vida eterna, por lo que todas las acciones que lleven ellos de aqui en adelante «no se han de salir del límite que nos tiene la Religión Christiana que profesamos» Hace una enumeración de virtudes que es un programa de santidad laica, que encaja y posiciona a Cervantes en la teoría muy en boga en la época de la vocación universal a la santidad de todos los cristianos.
6.-LAS CIENCIAS QUE HA DE ESTUDIAR EL CABALLERO ANDANTE.
“Hasta ahora dixo entre sí Don Lorenzo, no os podré yo juzgar por loco, vamos adelante, díxole: paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿que ciencias ha oido? La de la caballería andante, respondió Don Quixote…Es una ciencia que encierra en si todas,ó las mas ciencias del mundo,..el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y comutativa , para dar á cada uno lo que es suyo y lo que le conviene: ha de ser teólogo, para saber dar razón de la christiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequiera que le fuere pedido: ha de ser médico,…ha de ser astrólogo,…; ha de saber las matemáticas, y dexando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales ….ha de guardar fe á Dios y á su dama: ha de ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos, y finalmente mantenedor de la verdad aunque le cueste la vida en defenderla…( Cf. Cap. 18. Parte II).
COMENTARIO.
El Don Lorenzo del texto es el hijo de Don Diego, el Caballero del Verde Gabán que Sancho calificó de primer santo a la jineta .
La descripción que Don Quijote hace de «la ciencia de la caballería andante» que ha cursado, no lo es de un saber, sino más bien de una forma de vida, que incluye tanto aspectos intelectua- les, como morales.Todos ellos contribuyen a configurar el ser y el hacer del caballero andante, como prototipo del hombre cristiano perfecto.
Destaca especialmente que: «ha de ser teólogo, para saber dar razón de la christiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequiera que le fuere pedido:» es decir ha de saber y conocer toda la verdad, con un saber, «claro y distinto,» semejante a las ideas cartesianas, «para poder dar razón de ella adonde le fuere pedido,» la frase hace pensar en el Tribunal de la Inqui- sición, ante el cual debe tener capacidad para responder cuanto le fuere preguntado saliendo del interrogatorio sin tacha. Considera, sin embargo, que el puro saber, no es suficiente, sino que debe ir acompañado de la práctica, puesto que debe hacer profesión de ella.
Desciende luego a algunos aspectos de lo que implica hacer profesión de la ley cristiana dando por hecho de: »que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales» con lo que eso ya supone en orden a la vida cristiana; ha de tener una forma de vida propia de un santo, similar al que según Sancho vive en la casa donde están hospedados, en la que por cierto de ella “lo que mas se contentó Don Quixote fué del maravilloso silencio que en toda la casa había, que semejaba un monasterio de cartuxos.»
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