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La clase clerical. Con la Iglesia hemos dado.Virginidad. Matrimonio. Sacramentos. La práctica del Ayuno. Sancho y su confesión de fe, Sancho Gobernador de una Insula. sanchoamigo. Quijotediscipulo. Elcaballerodelverdegaban
LA RELIGIOSIDAD Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS DEL CABALLERO DON QUIJOTE DE LA MANCHA.
El título del tema nos habla de su contenido, concretado en el estudio de las prácticas religiosas que el Ingenioso Hidalgo realiza a través de su hazarosa aventura.
Ponemos textos relativos al tema y los comentamos. Indicar que el texto está tomado de una edición facsímil de la obra por lo que su ortografía es la propia del original. Dicho esto comenzamos.
1.-TEXTO.DON QUIJOTE GUARDA LA ABSTINENCIA.
» En un Lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocin flaco y galgo corredor. Una olla de algo mas vaca que carnero, salpicon las mas noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algun palomino de añadidura los domingos consumian las tres partes de su hacienda…pero esto importa poco á nuestro cuento, basta que la narración dél no salga un punto de la verdad…( Cap I. Part I).
COMENTARIO.
Nuestro Hidalgo además de tener muchas veces competencia con el Cura de su Lugar, insinúa algún aspecto relativo a la condición del hidalgo, desde el punto de vista religioso: 1.- Que no era de la alta nobleza, pero que vivía con cierta holgura, pues entre, otras cosas, añadía «un palomino los domingos,» lo que indica tenía el privilegio de poseer palomar, propio de los hidalgos y órdenes religiosas. (Cf. Rico 1987a-103) y 2.- Que era persona religiosa pues comía «lantejas los viernes», aderezadas con ajos, cebollas y hierbas de las que se decía: «lantejas son malas e melancolicas», guardando así la abstinencia, y dejando el palomino para resaltar la importancia del domingo.
2.-TEXTO. SU FE EN LA PROVIDENCIA DIVINA Y VALOR DE LA ORACIÓN.
…mas con todo esto sube en tu jumento, Sancho el bueno, y vénte tras mí, que Dios que es proveedor de todas las cosas no nos ha de faltar, y mas andando en su servicio como andamos, pues no falta á los mosquitos del ayre,ni á los gusanillos de la tierra, ni á los renacuajos del agua, y es tan piadoso, que hace salir el sol sobre los buenos y los malos, y llueve sobre los injustos y justos. Mas bueno era vuestra merced , dixo Sancho, para predicador que para caballero andante...vamos ahora de aquí y procuremos donde alojar esta noche, quiera Dios que sea en parte donde no haya mantas, ni manteadores…. Pídeselo tú, á Dios, hijo, dixo Don Quixote, y guia tu por donde quisiéres, que esta vez quiero dexar á tu elección donde aloxarnos…»( Cap. 18. Part.I)
COMENTARIO.
Todo el texto que sigue está impregnado de la fe en la providencia divina. En una primera parte se expresa esta creencia con frases breves y refranes: se trata de una reformulación del proverbio «Quien no hace más que otro, no vale más que otro». Versión del refrán «Tras borrasca, gran bonanza» o «Tras la tempestad, viene la calma». «No hay bien que dure, ni mal que no se acabe». En la segunda parte cita de memoria el texto del Evangelio de Mateo 6,26-29 en el que Jesús habla de la Providencia:
»Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni guardan en sus graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho más que los pájaros?
Mas ¿quién de vosotros podrá acongojándose , añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido ¿por qué os acongojais? Reparad en los lirios del campo cómo crecen; ni trabajan ni hilan.
Mas os digo, que ni Salomón con todo su gloria se vistió como uno de ellos…».
Don Quijote escoge los animalillos más humildes para recalcar que es proveedor de todas las cosas aún de las más pequeñas, no se percibe ironía en las palabras de D. Quijote al escoger tales ejemplos.
La última parte del texto es literal: «que hace salir el sol sobre buenos y malos , y llueve sobre los injustos y justos» y tiene relación con el amor de los enemigos (Cf. Mateo 5,45).
D.Quijote recalca que ellos andan en el servicio de Dios lo cual le asegura más su confianza en el cuidado que de ellos tendrá Él.
Sancho observa que vale más para predicador, y así se lo dice, y creyendo lo que ha dicho su amo, dice que hay que disponerse a hacer algo para poderse alojar esta noche y » quiera Dios» que no haya mantas ni manteadores como en la otra venta.
Quijote, quien ha llamado a Sancho «Sancho el bueno», le encomienda que pida a Dios le ayude en la acción de buscar sitio y que sea él llamándole hijo, quien busque esta noche el lugar de alojamiento; ya en otra occasion, antes de entrar en batalla con los molinos de viento, había pedido a Sancho y ponte en oracion en el espacio que yo voy á entrar con ellos en fiera batalla…( Cap. 8. Part.I)
3.-TEXTO.UNA PRÁCTICA MENOS RELIGIOSA QUE DON QUIJOTE CORRIGE .
…pero una cosa entre muchas me parece mal de los caballeros andantes, y es, que quando se ven en ocasión de acometer una grande y peligrosa aventura en que se ve manifiesto peligro de perder la vida, nunca en aquel instante se acuerdan de encomendarse á Dios, como cada christiano está obligado á hacer en peligros semejantes, ántes se encomiendan á sus damas, con tanta gana y devoción como si ellas fueran Dios, cosa que me parece que huele á algo de gentilidad. Señor, respondió D.Quixote, eso no puede ser ménos en ninguna manera, y caería en mal caso el caballero andante que otra cosa hicese...y no se ha de entender por eso que han de dexar de encomendarse a Dios, que tiempo y lugar les queda en el transcurso de la obra…( Cap. 13. Part. I.).
COMENTARIO.
Don Quijote es uno de los caballeros que cae en la práctica que le parece mal a su interlocutor, pues antes de arremeter contra los molinos se indica que: Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón á su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese,…( Cap. (. Part I).
Y D. Quijote que está de acuerdo con tal obligación, afirma que según las leyes del verdadero caballero andante debe encomendarse a su dama, y esto ha de ser anterior a encomendarse a Dios.
El caminante le sigue argullendo de que eso es un mal comportamiento cristiano: primero Dios, por si no le diere tiempo,ahí aparece el tema Del miedo a la condenación, y luego la dama. lo contrario es : «cosa que me parece que huele á algo de gentilidad». El autor juega aquí, haciendo una combinación con gentilidad y gentileza y, que es la que se ha de tener con la dama.
En la segunda parte el autor hace que el Hidalgo comience por encomendarse a Dios y luego a la dama; por ejemplo antes de arremeter contra los leones: y desenvainando la espada, paso ante paso , con maravilloso denuedo y corazon valiente se fué á poner delante del carro, encomendándose á Dios de todo corazón y luego á su Señora Dulcinea...( Cap. 17. Part. II).
4.-TEXTO. FIRME PROFESIÓN DE FE CATÓLICA DE DON QUIJOTE.
“Díxole también Sancho: si acaso quisieren saber esos señores quien ha sido el valeroso que tales les puso, diráles vuestra merced, que es el famoso Don Quixote de la Mancha, que por otro nombre se llama el Caballero de la Triste Figura. Rióse Don Quixote del donayre de Sancho, pero con todo propuso de llamarse de aquel nombre, en pudiendo pintar su escudo ó rodela, como habia imaginado.y díxole: y entiendo , Sancho, que quedo descomulgado por haber puesto las manos violentamente en cosa sagrada: Juxta illud: si quis suadente diabolo etc., aunque sé bien que no puse las manos, sino este lanzón, quanto mas que yo no pensé que ofendía á sacerdotes, ni á cosas de la Iglesia, á quien respeto y adoro, como católico y fiel christiano que soy…( Cap. 19. Part I.).
COMENTARIO.
Es posible que Sancho cambie, en este caso el nombre, de Don Quijote en el del Caballero de la Triste Figura, llevado del temor a la excomunión en la que su amo puede haber incurrido ocultando de esta forma su nombre verdadero.
El Decreto de excomunión dice: «Si quis suadente diabolo huius sacrilegi vitium vel crimen incurrerit, quod in clericum vel monachum violenter manus iniecerit, anathematis vinculo subiaceat». (Decretum aureum Domini Gratiani, XVII, 4). La tradución del Decreto dice así: «Si alguien persuadido por el diablo incurriera en el vicio o crimen sacrílego, poniendo violentamente las manos en un clérigo o monje,sea anatematizado»
La mayoría de los editores modernos del Quijote, atribuye la cita del canon latino de excomunión, al Bachiller que hay en la escena. El texto tal como aparece aquí, corresponde a la edición princeps que literalmente pone en boca de Don Quijote la cita del decreto tridentino.
El texto corregido podría quedar así: «Olvidábaseme de decir que advierta vuestra merced que queda descomulgado por haber puesto las manos violentamente en cosa sagrada, iuxta illud,«Si quis suadente diabolo», etcétera. No entiendo ese latín, respondió don Quijote, «aunque sé bien que no puse las manos, sino este lanzón» etc.
De cualquier forma el texto sigue teniendo la misma ambigua ironía que el anterior:
Don Quijote afirma no haber puesto las manos sobre él, sino el lanzón, y se justifica apoyándose en la ignorancia de quienes eran los atacados, «quanto más que yo no pensé que ofendía á sacerdotes, ni á cosas de la Iglesia, á quien respeto y adoro, como católico y fiel christiano que soy», confesión expresa de católico cristiano .
5.-TEXTO. DON QUIJOTE SEÑALA LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE LA ETICA CRISTIANA.
“…quanto mas, que tomar venganza injusta ( que justa no puede haber alguna que los sea) va derechamente contra la ley santa que profesamos, en la qual se nos manda que hagamos bien á nuestros enemigos, y que amemos á los que nos aborrecen: mandamiento, que aunque parece algo dificultoso de cumplir, no lo es sino para aquellos que tienen ménos de Dios que del mundo, y mas de carne que de espíritu, porque Jesuchristo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió ni pudo, ni puede mentir, siendo Legislador nuestro, dixo, que su yugo era suave,y su carga liviana: y así no nos había de mandar cosa que fuera imposible de cumplirla. Así que, mis señores, vuesas mercedes están obligados por las leyes divinas y humanas á sosegarse. El diablo me lleve, dixo á esta sazon Sancho entre si, si este mi amo no es tólogo, y si no lo es, que lo parece como un huevo a otro.»( Cap. 27. Part. II).
COMENTARIO.
El texto tiene varias citas de la Sagrada Escritura que afectan a la esencia de la moral, formalmente cristiana, Cervantes se ha ocupado, por ello, de decir que proceden de «Jesucristo, Legislador nuevo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió y que no puede mentir»
La primera de estas doctrinas es la que se refiere al «amor de los enemigos y a los que nos aborrecen» contenida en el llamado Sermón de la Montaña en el que Jesús se muestra como ese nuevo Legislador en el que contrapone su enseñanza a la de la ley antigua : « oisteis que fue dicho…pero yo os digo» ( Cf. Mateo caps 5-6-7); Cervantes subraya la novedad de esta enseñanza advirtiendo de su dificultad, pero recurre a una prueba que nos remite a San Pablo en la que afirma que tal dificultad es para aquellos que carecen del Espíritu de Cristo , asi como a la misma enseñanza de Jesús que, además de afirmar que «mi yugo es llevadero y mi carga ligera,» ( Cf. Mateo 11,30), ha dicho que lo que es «imposible para el hombre es posible para Dios» ( Cf. Mateo cap. 5)
Esta elevada enseñanza que Cervantes pone en labios de Don Quijote, es la que hace exclamar en su interior a Sancho que su amo es un verdadero «tólogo.»
Entre las verdades que Sancho considera teológicas, se encuentra también la de la injusticia de todo tipo de venganza, lo expresa Don Quijote, de forma clara y elegante: «que tomar venganza injusta ( que justa no puede haber alguna que los sea) «
No es la primera ocasión que aparecen en el Quijote doctrinas referentes a la ética cristiana, por ejemplo cuando dice: que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene la Religión christiana que profesamos. Hemos de matar en los gigantes á la soberbia, á la envidia en la generosidad y buen pecho, á la ira en el reposado continente y quietud del ánimo, á la gula y al sueño en el poco comer que comemos, y en el mucho velar que velamos, á la injuria y lascivia en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos, á la pereza con andar por todas las partes del mundo buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan sobre Christianos, famosos caballeros.( Cap 8. Parte II.).
6.-TEXTO. DON QUIJOTE REZA EL ROSARIO Y MUESTRA SU DESEO DE CONFESARSE.
Ea pues, manos a la obra, venid á mi memoria cosas de Amadis, y enseñazme por donde tengo que comenzar á imitaros; mas ya sé que lo que él hizo fué rezar, y así lo haré yo: y sirviéronle de rosario unas agallas grandes de un alcornoque, que ensartó, de que hizo un diez,…
y lo que le fatigaba mucho, era no hallar por allí otro ermitaño que le confesase, y con quien consolarse,…( Cf Cap. 26. Part. I).
Y en el Cap.46. Part. II :
y con mucha presteza llegó la de la mañana. Lo qual visto por Don Quixote, dexó las blandas plumas y nonada perezoso se vistió su acamuzado vestido y se calzó sus botas de camino,… asió un gran rosario que consigo contino traía, y con gran prosopopeya y contoneo salió a la antesala , donde el Duque y la Duquesa estaban ya vestidos y como esperándole:
COMENTARIO.
El primer texto que comentamos apareció en la segunda edición, pues en la primera Cervantes puso un texto que podría quedar así: «¿Y que haré si no tengo rosario? En esto le vino al pensamiento cómo le haría, y fue que rasgó una gran tira de las faldas de la camisa , que andaban colgando, y diole once ñudos, el uno más gordo que los demás y esto le sirvió de rosario el tiempo que allí estuvo, donde rezó un millón de avemarías». Cambió como se ve el material con el que hizo el rosario y por indicación de la inquisición portuguesa suprimió lo del millón de Avemarías.
El tema de los miles y millones de Avemarías y Padrenuestros ha salido varias veces, Bataillon, en su obra Erasmo y España, ve en esto un menosprecio de la oración vocal por influjo de Erasmo.
Cervantes no deja de reseñar el deseo de Don Quijote de confesarse, cuando Lutero ya había rechazado la sacramentalidad de la penitencia. Lutero aunque al principio admitió la penitencia como sacramento (junto al bautismo y a la ‘cena’; (Cfr. Lutero, Apol. Conf. Aug., art. 13), su concepto de justificación le llevó necesariamente a negar todo poder real de perdonar los pecados. El Concilio de Trento definió explícitamente su sacramentalidad como verdad de fe. (Cfr. Dz. 911).
Con estos textos terminamos que el tema dejando para otro la cristiana muerte de D. Quijote.
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