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discrso, la pastora, locura de amor, matrimonio, muerto por amor, simbolo del amor a la creación, sntierro laico
ENTIERRO LAICO
1.-TEXTO.
«Mas apénas comenzó á descubrirse el dia por los balcones del oriente, quando los cinco de los seis cabreros se levantaron, y fuéron á despertar á Don Quixote y á decille si estaba todavía con propósito de ir á ver el famoso entierro de Grisóstomo y que ellos le harían compañía.Don Quixote, que otra cosa no deseaba, se levantó, y mandó á Sancho que ensillase y enalbardase al momento, lo qual él hizo con mucha diligencia, y con la mesma se pusiéron luego todos en camino. Y no hubieron andado un quarto de legua, quando al cruzar de una senda , viéron venir hácia ellos hasta seis pastores vestidos con pellicos negros, y coronadas las cabezas con guirnaldas de cipres y de amarga adelfa… En llegándose á juntar, se saludaron cortésmente, y preguntándose los unos á los otros donde iban , supieron todos se encaminaban al lugar del entierro, y así comenzaron a caminar y hablar juntos…
En estas pláticas iban quando viéron que por la quiebra que de dos montañas hacian, baxaban hasta veinte pastores, todos con pellicos de negra lana vestidos, y coronados con guirnaldas que á lo que despues parecio eran qual de texo, y qual de cipres. Entre seis de ellos traian unas andas cubiertas de mucha diversidad de flores y de ramos. Lo qual visto por uno de los cabreros dixo: aquellos que allí vienen son los que traen el cuerpo de Grisóstomo, y el pie de aquella montaña es el lugar que él mandó que, lo enterrasen
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Entre seis de ellos traian unas andas cubiertas de mucha diversidad de flores y de ramos.Lo qual visto por uno de los cabreros dixo: aquellos que allí vienen son los que traen el cuerpo de Grisóstomo, y el pie de aquella montaña es el lugar que él mandó que, lo enterrasen. Por esto se dieron priésa á llegar, y fué á tiempo que ya los que venian habian puesto las andas en el suelo, y quatro dellos con agudos picos estaban cabando la sepultura á un lado de una dura peña.Recibiéronse los unos y los otros cortésmente, y luego Don Quixote y los que con él venían pusiéronse á mirar las andas, y en ellas vieron cubierto de flores un cuerpo muerto, y vestido como pastor, de edad al parecer de treinta años: y aunque muerto, mostraba que vivo habia sido de rostro hermoso y de disposición gallarda.
Asi los que estos miraban con los que abrian la sepultura, y todos los demas que alli habia, guardaban un maravilloso silencio, hasta que uno de los que al muerto truxeron dixo á otro: mira bien, Ambrosio, si este es el lugar que Grisóstomo dixo..
Este es, respondió Ambrosio…Y prosiguió diciendo: ese cuerpo, señores, que con piadosos ojos estais mirando, fué depositario de un alma en quien el cielo puso infinita parte de sus riquezas: Ese es el cuerpo de Grisóstomo, que fué unico en el ingenio, solo en la cortesia, extremo en la gentileza, fenix en la amistad, magnifico sin tasa, grave sin presuncion, alegre sin baxeza, y finalmente primero en todo lo que es ser bueno, y sin segundo en todo lo que fué ser desdichado.
.Sirvió á la ingratitud, de quien consiguió ser despojado de la muerte en la mitad de la carrera de su vida, á la qual dió fin una pastora, a quien él procuraba eternizar para que viviera en la memoria de las gentes, quan lo pudieran mostrar esos papeles que estais mirando, si él no me hubiera mandado que los entregara al fuego, en habiendo entregado su cuerpo á la tierra
Ya que deis el cuerpo de vuestro amigo á la tierra, no querais dar sus escritos al olvido,
De mayor rigor, y crueldad usaréis vos con ellos, dixo Vivaldo, que su mismo dueño, pues no es justo que se cumpla la voluntad de quien lo ordena: y no le tuviera bueno Augusto César, si consintiera que se pusiera en execucion lo que el divino mantuano dexó en su testamento mandado: así que, señor Ambrosio, ya que deis el cuerpo de vuestro amigo á la tierra, no querais dar sus escritos al olvido, que si él ordenó como agraviado, no es bien que cumplais como indiscreto; ántes haced, dando la vida á estos papeles, que la tenga siempre la crueldad de Marcela para que sirva de exemplo en los tiempos que están por venir para que se aparten y huyan de caer en semejantes despeñaderos…que el desvariado amor delante de los ojos les pone...Y sin aguardar que el pastor respondiese, alargó la mano y tomó algunos de los que mas cerca estaban: viendo lo qual Ambrosio, dixo: por cortesia consentiré que os quedeis, señor, con los que ya os habeis tomado.Vivaldo que deseaba ver lo que los papeles decian, abrió luego el uno dellos, y vió que tenia por titulo: CANCIÓN DESESPERADA.
COMENTARIO.
Lo primero que podría ocurrírsele a quien leyere el texto, es que en el mismo se narran unas exequias modelo para un entierro civil:-En ellas no es Dios el centro de la ceremonia sino el cuerpo del difunto.-El grupo de sus íntimos viene acompañando el cuerpo, transformados a voluntad de lo que el mismo difunto había demandado.-Un maravilloso silencio recorre la escena.-El más afectivamente allegado hace el panegírico del difunto: una oración fúnebre.-Después y mientras el cadáver cubierto de flores y ramos es depositado en la sepultura cabada junto a una dura peña, todos los presentes escuchan en el maravilloso y continuado silencio una de las obras del difunto: «Canción desesperada».-El calor humano, sin protocolos recorre toda la escena. La Generalitat Catalana Edita un «Manual Laico para bautismos, matrimonios y entierros» por Joan Surroca i Sens. 24-1-2007.«Ha de merecer nuestro respeto aquella persona que, tras una meditación serena, llega a la determinación de poner fin a su vida. No se tendría que penalizar el hecho de apoyarle si fuera necesario, siempre que se cumplan las medidas que la ley de despenalización establece», señala en el capítulo sobre las exequias. El «Acto de despedida» civil debe ser «un abrazo amoroso y fraternal», entiende el autor. «Posteriormente, en el entierro, se puede «leer un poema» o algunos de los presentes puede explicar su relación con el difunto, el lado más humano y, por que no, el más humorístico, que ayude a romper la tensión».
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elcuradellugar
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«Ha de merecer nuestro respeto aquella persona que, tras una meditación serena, llega a la determinación de poner fin a su vida. No se tendría que penalizar el hecho de apoyarle si fuera necesario, siempre que se cumplan las medidas que la ley de despenalización establece», señala en el capítulo sobre las exequias.El «Acto de despedida» civil debe ser «un abrazo amoroso y fraternal», entiende el autor. «Posteriormente, en el entierro, se puede «leer un poema» o algunos de los presentes puede explicar su relación con el difunto, el lado más humano y, por que no, el más humorístico, que ayude a romper la tensión».